Un total de 26 artistas llegados desde distintos puntos de la geografía española participaron en la tercera edición del Concurso de Pintura al Aire Libre ´Rafael Tejeo´, organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz. Las obras que concurrieron a este certamen estarán expuestas hasta el 16 de noviembre, de 17.00 a 20.00 horas, en el Museo Carrilero.

Una vez abierta la plica, el ganador del concurso resultó ser el artista valenciano Blas Tomás Ibáñez, procedente de Onteniente, que recibió el primer premio dotado con 1.000 euros. El segundo premio, dotado con 500 euros, fue para David Escarabajal Aguado y el accésit de jurado, consistente en 250 euros, recayó en Manuel Sánchez Lucas. El acto tuvo lugar en la Casa de la Cultura ´Emilio Sáez´, una vez que los artistas finalizaron sus respectivas obras en el tiempo marcado en las bases del concurso.

El jurado estuvo compuesto por las artistas caravaqueñas Martina Sánchez García y Teresa Rodenas Calvache, así como por el concejal de Cultura, Óscar Martínez, quienes destacaron en su valoración el éxito de participación y gran calidad de las obras presentadas.

Desde primera hora de la mañana los artistas tomaron los entornos urbanos y naturales más representativos de Caravaca de la Cruz para pintar sus lienzos, demostrando creatividad, velocidad el trazo y dominio de la técnica. "Queremos agradecer a todos los pintores que han desarrollado su arte en las calles de Caravaca, formando parte de este concurso que cumple tres años y que lleva el nombre del insigne pintor Rafael Tejeo, considerado uno de los grandes retratistas de la primera mitad del siglo XIX", señaló el edil de Cultura, Óscar Martínez.

El estilo y la técnica de las obras fueron libres y la temática debía estar relacionada con paisajes naturales, escenas cotidianas y escenarios urbanos de Caravaca de la Cruz.

Con este certamen, el Consistorio caravaqueño recuerda y rinde homenaje al insigne artista caravaqueño Rafael Tejeo, pintor de cámara de Isabel II, considerado uno de los grandes retratistas de la primera mitad del siglo XIX. El estilo y la técnica son libres y la temática debe guardar relación con paisajes naturales, escenas cotidianas y escenarios urbanos de Caravaca de la Cruz.

Nació en la calle que lleva su nombre, en una casa barroca con escaleras de mármol. Fue discípulo del pintor José Aparicio en Madrid y, posteriormente, se trasladó a París y Roma., donde amplió su formación pictórica.

En su obra, de raíz neoclásica, se advierte a la vez una profunda visión romántica de la vida. Cultivó los temas mitológicos y otros de gusto romántico. Participó en la decoración del Teatro Real de Madrid. Fue también un gran retratista.