El buen tiempo registrado en el día de ayer sirvió para incentivar la visita masiva de personas a los cementerios lorquinos. Aunque la mayor afluencia se produjo durante la mañana, durante toda la jornada los vecinos acudieron a honrar a sus difuntos con motivo del Día de Todos los Santos.

El cementerio más concurrido fue, un año más, el de San Clemente, donde gracias a la colaboración de la Policía Local de Lorca no se registraron grandes atascos. La Guardia Civil hizo lo mismo en la entrada al camposanto desde la nacional 340.

El balance de la Policía Local arrojaba que desde el pasado viernes 26 hasta la tarde de ayer visitaron San Clemente más de 46.000 personas y más de 14.000 vehículos.

Desde el Ayuntamiento se habilitaron y señalizaron hasta 4.000 aparcamientos en las inmediaciones del cementerio, que en algunos momentos del día estuvieron al borde de su máxima capacidad.

El plan elaborado por María Belén Pérez, concejala de Seguridad Ciudadana y Tráfico, pretendía agilizar y facilitar tanto el aparcamiento en el lugar como la fluidez de tránsito de vehículos y peatones con el objetivo de mejorar la seguridad vial. Desde la Policía Local se preparó un dispositivo de atención al público en general, así como a la organización de los movimientos de vehículos y personas durante estos días, anteriores y posteriores a la festividad de Todos los Santos.

Ayer jueves por la tarde, a las 16.30 horas, el vicario episcopal de la zona pastoral de Lorca, Francisco Fructuoso, ofició una misa de campaña en la explanada principal del cementerio de San Clemente en recuerdo de todas las personas que hay enterradas en este campo santo y de los lorquinos y lorquinas cuyos cuerpos se encuentran enterrados en cualquier rincón del mundo.

Muy visitados fueron también el resto de cementerios lorquinos, especialmente, los de San Cristóbal, donde hay enterradas 1.500 personas, así como los de Almendricos, Morata y Ramonete. Los datos de la Policía indicaban que desde el pasado viernes has ayer visitaron el cementerio 4.467 personas y 803 vehículos.

También los vecinos de las pedanías altas de Lorca acudieron a los cementerios, ya que suelen tener uno propio.