Presuntamente, se abalanzó sobre la mujer e intentó forzarla. La Fiscalía de Menores de la Región de Murcia decidirá mañana el destino del adolescente de 17 años acusado de abusar sexualmente de una de sus educadoras en Abanilla, explicaron fuentes cercanas al caso. Está previsto que el chico sea llevado a la Ciudad de la Justicia, ante el Juzgado de Menores Nº 2 de Murcia, en funciones de guardia.

Si se adopta la medida cautelar más restrictiva, el menor pasará a residir en un centro de internamiento de forma provisional, hasta que se celebre un juicio. El régimen de internamiento cerrado es la medida más restrictiva y severa que se le puede aplicar a un menor de edad. Sería el equivalente de una prisión, aunque todos los internos tienen entre 14 y 17 años.

Mientras tanto, señalaron las mismas fuentes, el adolescente permanece en un centro similar a aquel en el que se produjeron los ataques sexuales de los que se le acusa. En ningún caso este chico puede ser condenado a una pena de cárcel, ya que aún no ha cumplido los 18 años.

Se da la circunstancia de que el sospechoso, que fue arrestado el pasado miércoles, es un menor extranjero no acompañado (los denominados ´menas´) procedente del continente africano y que solamente un día antes del episodio que se investiga habría ingresado en uno de los centros de la Región de Murcia para atender a estas personas.

Estos chicos no están encerrados en los centros en los que se les aloja. En este sentido, fuentes cercanas aseguraron que los ´menas´ están «trayendo problemas» porque, habitualmente pasan «dos o tres días» sin aparecer por el centro en cuestión. Esto ocurría recientemente en Alhama de Murcia: un grupo de menores se iba del ´internado´ y se les perdía la pista, dicen fuentes próximas.

Desde organizaciones humanitarias pusieron el acento en la importancia de no estigmatizar a todos los migrantes por un delito del que se acuse de forma puntual a uno de ellos, algo que comparten educadores consultados por esta redacción.