La situación de la anguila europea es muy delicada. Se encuentra en peligro de extinción y los datos lo confirman: en los últimos 30 años las anguilas más jóvenes podrían haber disminuido en un 90%, así como las adultas en más de la mitad. Aun así, esta especie sigue siendo una gran desconocida para la ciencia.

Para resolver esta gran problemática WWF y ANSE realizaron en la jornada de ayer la suelta de casi cincuenta anguilas marcadas con un distintivo en las inmediaciones del Mar Menor, «con el objetivo de estudiar su comportamiento y resolver lagunas de información sobre la especie». Quieren averiguar cuanto tiempo permanecen estas anguilas en la laguna y en qué momento salen hacia el Mediterráneo para comenzar su viaje de más de 6.000 kilómetros hasta llegar al Mar de los Sargazos, frente a las costas de EEUU. También se quiere saber cuándo acceden a la albufera las más jóvenes.

Gracias a toda esta información podrán establecerse planes de protección de la especie y además implantar las épocas de pesca y las de veda, con la intención de que los peces puedan marchar a reproducirse y se aseguren las siguientes generaciones de anguilas. Según Pedro García, director de ANSE, «con toda esta información la Comunidad Autónoma junto con la cofradía de pescadores, centros de investigación y otras entidades, podrá elaborar un plan de gestión pesquera basado en datos que antes no teníamos».

Pero no sólo es importante la concienciación de la pesquería de anguila. La destrucción de sus hábitats naturales y la construcción de grandes infraestructuras en los ríos, así como la pesca ilegal y el tráfico de angulas, son aspectos a tratar para evitar la desaparición de este preciado pez.

Durante las próximas semanas se harán nuevas sueltas de ejemplares marcados, en esta ocasión con un chip electrónico, para saber con exactitud la fecha en la que salen al Mediterráneo por Marchamalo, El Estacio o las encañizadas.

Cabe destacar que ésta es una especie muy importante para el Mar Menor, debido a que la laguna salada tiene una de las principales zonas de captura de este pez en toda Europa. La anguila representa entre un 4% y un 6% de la pesca total, consiguiendo un volumen anual de unos 24.000 kilos. No obstante, estas cifras podrían reducirse si su población continúa disminuyendo.

«La gestión que se haga aquí en el Mar Menor puede ser una contribución sustancial a la preservación de la propia especie» comenta José Luis García, responsable del programa marino de WWF.

Como colofón, en el día de hoy, algunos de los mayores expertos en anguila europea se reúnen en unas jornadas abiertas al público en el Instituto Oceanográfico, en San Pedro del Pinatar. El objetivo es ahondar en la situación de la especie y debatir sobre posibles soluciones para ayudar a su conservación, aún a expensas de la preciada información que devolverán en unos meses o quizá en varios años, aquellas anguilas marcadas y devueltas al Mar Menor.