Los hechos ocurrieron en la calle Saavedra Fajardo de Molina de Segura, anoche. Un varón de 38 años y nacionalidad ecuatoriana, Johnny Leonardo V. C., se quitaba la vida tras herir presuntamente a su esposa, de 38 años, y ser sorprendido por su hijo, menor de edad.

Fuentes cercanas al caso explicaron que el hombre usó una botella rota para atacar a la mujer. Para matarse él luego, empleó un arma blanca. Se apuñaló en el abdomen.

Del caso se hace cargo la Policía Nacional.

La mujer, de nombre Elsa, fue ingresada en el hospital Virgen de la Arrixaca, en estado grave, donde ha sido intervenida de urgencia por lesiones en el cuello.

El suceso comenzó con una discusión durante la cual, presuntamente, el hombre se puso violento hasta el punto de agredir brutalmente a la mujer. Agarró una botella, la rompió y la usó como arma.

Un hijo de ambos, de 13 años, fue el que presenció la agresión en el salón de la vivienda, y el padre, al ser sorprendido por el menor, salió corriendo de la estancia hacia la cocina, donde cogió un cuchillo y se autolesionó en el abdomen, falleciendo en el acto.

El menor fue el que llamó al Centro de Coordinación de Emergencias pidiendo auxilio. Al parecer el otro hijo menor del matrimonio se encontraba durmiendo en su habitación y no fue testigo de lo ocurrido.

Vecinos de la pareja contaban esta mañana a LA OPINIÓN que se trataba de un matrimonio "muy normal", "educados", y que, obviamente, no se esperaban un episodio tan trágico en el hogar. Señalaron que acababan de arreglar la fachada de su casa.

La mujer no había presentado denuncias previas ni existían antecedentes por violencia de género, según ha confirmado la alcaldesa del municipio, Esther Clavero.

Clavero ha señalado que la pareja llevaba "muchísimo tiempo" viviendo en Molina de Segura, desde 2002, por lo que tenían familiares que se han hecho cargo de la custodia de los menores. Ha confirmado que, tras el suceso, las administraciones pusieron en marcha todo el protocolo y los niños recibieron asistencia psicológica que van a seguir teniendo.

Ha lamentado lo sucedido, "al igual que hacemos siempre que ocurre en cualquier sitio". En esta ocasión, lamenta, "nos ha tocado más de cerca y, sobre todo, cuando hay menores de por medio".

El caso recuerda al que aconteció recientemente en Mula, cuando un hombre mandó a su esposa de una paliza al hospital. El hombre escapó y horas después fue localizado muerto, ahorcado en una canasta de baloncesto.

Tanto aquel episodio de Mula como el de anoche en Molina se investigan como dos casos de violencia machista en los que el agresor, tras agredir a su víctima, se quita la vida.