Conjuntar el arte, la naturaleza y el paisaje es posible, y si hay un sitio en la Región donde se pueden englobar esas tres cosas ese es el Valle de Ricote. Y el municipio más pequeño de Murcia, Ojós, ha sabido verlo bien y se ha embarcado para ser uno de los estandartes culturales y paisajísticos de todo el Levante. Entre naranjos y limoneros, el pueblo de Ojós, en el que viven unos 500 habitantes, ha sido escenario este fin de semana del primer Congreso de Arte, Naturaleza y Paisaje en el Mediterráneo, en el que se han reunido más de 100 expertos que han concluido en que es imprescindible conocer la naturaleza y el paisaje que nos proporciona en un determinado enclave a través de su historia. Solo así podremos comprender la necesidad de conservar lo que nos rodea.

El congreso ha estado organizado y desarrollado por el Ayuntamiento de Ojós, cuyo alcalde, Pablo Melgarejo, es un convencido de las potencialidades turísticas y culturales del Valle de Ricote y de su pueblo, amenazado por la despoblación. «Queremos convertir a este entorno único en la Región y yo diría que España en un lugar de estudio, donde habitaron los últimos moriscos y donde aún nos queda su legado a modo de un vasto sistema de riegos para la huerta, de casas cuyos cimientos hunden sus raíces en la época medieval y un río limpio y caudaloso que ha visto pasar milenios», subraya el regidor.

Los asistentes y conferenciantes han disertado para conocer, promocionar y preservar la naturaleza mediante proyectos, proponiendo el uso de los elementos naturales en el arte contemporáneo en disciplinas como la pintura, la escultura, la ´performance´ o el arte sonoro, entre otras. Además, se insistió en la creación de nuevos espacios de difusión como museos y centros para el estudio destinados a la divulgación de estas materias. También se vería apropiada la creación de productos culturales y turísticos acordes con el entorno, pero sin alterarlo.