Como sus labios permanecieron cerrados ante el juez, los investigadores siguen dejándose la piel para tratar de averiguar si la mujer detenida por su presunta implicación en el asesinato de Giuseppe Nirta, en verano de 2017, tiene relación con la mafia calabresa o si lo que pretendió fue que las sospechas se desviasen a esta organización criminal, indican fuentes cercanas al caso.

La mujer, de origen rumano y compañera sentimental de la víctima en el momento del crimen, permanece en prisión provisional, donde la enviaba el juez de Lorca esta misma semana.

Las actuaciones están declaradas secretas por orden judicial. Mientras tanto, la operación permanece abierta, y los investigadores esperan llevar a cabo en breve más detenciones relacionadas con el mismo crimen, dicen desde el entorno de la investigación.

Los restos de pólvora que la ropa de la mujer tenía, tal y como descubrieron en un laboratorio de Madrid, donde se analizaron las muestras, encaminan a los investigadores a la teoría de que ella pudo llegar a disparar un arma de fuego.

Esto no ha quedado confirmado todavía, aunque fue precisamente, tras el resultado de estos análisis, cuando se produjo la detención. Tras pasar a disposición judicial, acabó en la cárcel. El juez tuvo en cuenta el riesgo de fuga, indican fuentes cercanas, así como el hecho de que esta mujer es extranjera y podría optar por marcharse a su tierra, Rumanía.

Los investigadores creen que la mujer, conocedora del pasado de Nirta, vinculado a la 'Ndrangheta, pudo aprovechar esa circunstancia para poner a la Policía Judicial sobre una pista falsa. En su día, ella declaró que no sabía cómo pudo «escaparse» de los pistoleros que mataron a su novio.