«Había otras vías para comprobar si era una proceso ilegal antes de llegar a una acusación penal». Así comenzó el edil popular José Santiago Villa el último Pleno que estuvo protagonizado por un rifirrafe entre el Gobierno local del PSOE y el PP tras la denuncia archivada contra el exalcalde popular Aranda y varios exconcejales por un presunto delito en el asfaltado de una calle de Cavila.

Los hechos se remontan a 2015, cuando se realizó el acondicionamiento de una calle en el polígono, donde una parte fue abonada por los propietarios a los que afectaba el vial, y el resto lo abonó el Consistorio. Como permuta la calle pasaba a ser propiedad municipal. Desde las filas populares explicaron que dicha calle «también afectaba a instalaciones municipales». Villa criticó las palabras del portavoz del equipo que Gobierno, quien manifestó que «el auto les acababa dando la razón».

El portavoz socialista, Enrique Fuentes, dijo que «no procede ninguna disculpa en este momento, y si tengo que pedirlas lo haré».

Por su parte, el alcalde de Caravaca, José Moreno, aseguró que «ha sido la decisión más difícil que he tenido que tomar como alcalde», matizando que «en ningún momento he tenido la más mínima intención de hacer daño a nadie. Si se hubiera quedado pagada la factura nada de esto hubiera pasado».