La reapertura de Conservas Fernández en Calasparra podrá ser una realidad en breve. Han tenido que pasar nueve años para que se llegar a esta solución, que el pasado viernes se ponía en conocimiento de los trabajadores. La empresa, principal motor de la economía del municipio de la comarca del Noroeste, cerraba definitivamente sus puertas en 2009, dejando en la calle a 311 trabajadores fijos y más de 700 en épocas de máxima producción. La pasada semana, la propiedad fue adjudicada por 132.100 euros a los propios trabajadores en una subasta judicial y se prevé que en breve se pueda llevar la puesta a punto de la maquinaria para el comienzo de la actividad.

Está previsto que en los próximas días se reanuden las negociaciones con diversas empresas interesadas en producir conserva, lo que podría ser una realidad dentro del primer trimestre de 2019. Actualmente la mercantil se encuentra en la fase de liquidación del concurso de acreedores iniciado en 2013. En un paso más de este proceso, la administración concursal sacó a subasta el pasado mes de septiembre sus activos valorados en más de 19 millones de euros. El día 1 de octubre concluyó la subasta resultando adjudicatarios los trabajadores.

Pese a la dificultad del proyecto, la representación jurídica de los trabajadores, junto al alcalde de Calasparra, José Vélez, y un reducido grupo de trabajadores, se propusieron buscar la financiación y el resto de medios necesarios para participar en la subasta e impedir que los especuladores se adjudicasen la empresa por un precio irrisorio y a continuación fuese desmantelada.

La operación se ha realizado a través de una sociedad generada al efecto por 6 extrabajadores, con el compromiso de transmitir en la plazo de 6 meses la totalidad de sus participaciones al resto de compañeros de Conservas Fernández en proporción a la deuda que cada trabajador mantiene en el concurso, reservando una parte de las participaciones para aquellos trabajadores que por razones de excedencia, u otras eventualidades, no han podido cobrar sus indemnizaciones. Con esta operación los trabajadores prácticamente se aseguran percibir el resto de sus más de 2 millones de euros de indemnizaciones adeudadas, y tener la capacidad para reabrir las puertas de la empresa y reanudar su actividad.

La Comunidad Autónoma, en la voz de su presidente Fernando López Miras ha puesto a disposición de los trabajadores toda la ayuda necesaria para que la reapertura sea una realidad en el menor tiempo posible. López Miras calificó a los seis emprendedores como «valientes que han dado un paso de responsabilidad y compromiso y quieren reabrir esta empresa emblemática de la Región de Murcia y de la comarca» y, tal y como adelantó ayer en Calasparra, que mañana está prevista una reunión en el INFO para que les asesoren en todas las subvenciones y en toda la ayuda que pueda aportar la administración pública regional.

El alcalde de Calasparra recordó que «ahora serán los trabajadores, los que van a decidir el futuro de la Conservera». En este sentido explicó que «pasa porque se pongan en funcionamiento cuanto antes, estoy seguro de que habrá un antes y un después a partir de esta fecha». El PSRM-PSOE celebró la reapertura de la empresa y señaló que «el Gobierno regional debería tomar nota de los errores cometidos en el pasado».