Cansados de que «el Ayuntamiento de Moratalla no nos haga caso y no invierta ni un euro en el pueblo», los vecinos de la pedanía moratallera de Cañada de la Cruz (que tiene 150 habitantes en invierno y unos 2.000 en verano) quieren dar un paso al frente e independizarse de la localidad para pasar a depender del Ayuntamiento de Caravaca o al de la Puebla de Don Fadrique, que pertenece a Granada y del que están a sólo 20 kilómetros frente a los 60 a los que tienen la localidad regida por Jesús Amo.

El presidente de la Asociación de Vecinos, Amancio Martínez, aseguró ayer a esta Redacción que «la situación es insostenible» y que ya están dando los primeros pasos para emanciparse. «Esperamos que por fin nos hagan caso, si no vamos a empezar los trámites para intentar marcharnos», aseguraba, a la vez que remarcaba que «en 52 años que tengo nunca hemos visto la televisión autonómica de Murcia (en referencia a la última década que es cuando existe la televisión de la Comunidad), vemos Canal Sur de Andalucía. Además hay caminos rurales que llevan años abandonados y pese a las múltiples quejas que hemos hecho, desde el Ayuntamiento de Moratalla no hacen nada».

Entre sus reivindicaciones destaca la de que se ponga en uso la piscina municipal, «que se puso en marcha hace cinco años y sólo funcionó unos meses y lleva años sin volverse a abrir. Es una pena que la gente que vive aquí en verano tenga que irse a la Puebla a bañarse, ya que la piscina más cercana es la de Caravaca, que está a más de 40 kilómetros».

Aunque los núcleos diseminados de las pedanías altas del Noroeste murciano, como Cañada de la Cruz, luchan por sobrevivir a una despoblación que se acrecienta año tras año y que va dejando sin vidas sus calles y plazas por donde un día paseaban los runrunes cotidianos y los sueños de sus gentes, los vecinos no quieren que se deje morir a la población y están dispuestos a dar los pasos necesarios para resurgir. «Hemos pedido una reunión con el delegado del Gobierno y si la situación no cambia, no dudaremos en intentar cambiar de municipio», concluye Martínez.