La carretera de Almadenes iba a tener una vida útil de 25 años gracias a los 113.000 euros que en el año 2016 se gastó el equipo de Gobierno municipal para reparar esta vía que conecta toda esta zona con Cieza y con el embalse de Alfonso XIII. Sin embargo, las tormentas que se han registrado recientemente han destrozado la carretera en el paraje de la Veredilla, quedando muy afectada, con invasión de lodos y piedras en su banda de rodadura y produciéndose también desprendimientos de los taludes que lindan o delimitan con la Acequia de Don Gonzalo.
Por esta razón, varias cornisas han quedado falseadas con riesgo de provocar el descarrilamiento o vuelco de los vehículos que circulan por esta carretera.
El concejal de Obras e Infraestructuras, Francisco Saorín (IU), a petición de los vecinos del paraje, decidía ayer tomar las riendas y ha puesto en marcha todos los procedimientos a su alcance para reparar los desperfectos causados por estas lluvias.
El viernes pasado, de hecho, se desplazó para supervisar estos desperfectos y, tras el dictamen de los técnicos municipales, ha puesto en marcha el correspondiente expediente de 'Obra de Emergencia', para proceder al arreglo con la mayor agilidad posible, ya que el estado de determinadas zonas puede provocar peligro para los usuarios.
Así, «el proyecto contempla el saneamiento y reconstrucción de los taludes de la carretera, reparación de badenes, compactación del terreno afectado con diversos elementos constructivos, así como la colocación de barreras de protección 'quitamiedos' y la señalítica que requiera la intervención», confirma Saorín.
El Gobierno municipal alerta a los usuarios de la situación existente en los espacios ya señalizados como potencialmente peligrosos, así como de la necesidad de tomar todas las precauciones a la hora de transitar por los espacios dañados y delimitados. «A la mayor brevedad, y dentro de los cauces establecidos en estos procedimientos, desde el Ayuntamiento procederemos a la rehabilitación total de las zonas dañadas», detalla Francisco Saorín.
