El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, afirmó ayer que pondrá en marcha las obras de mejora del tramo que une Yecla y Caudete (Albacete), uno de los proyectos que el anterior Gobierno central tenía «maduros en el Plan de Infraestructuras de Carreteras». Así lo desveló durante un desayuno informativo organizado por la Cadena SER que se celebró en Alicante y al que acudieron, entre otros, el presidente de la Generalidad, Ximo Puig, la vicepresidenta, Mónica Oltra, los presidentes de las diputaciones de Alicante, César Sánchez, y Valencia, Toni Gaspar, y los alcaldes de la ciudad, Luis Barcala, y Elche, Carlos González, entre otros políticos.

Ábalos también anunció que incluirá en los próximos presupuestos ordinarios, «antes de acabar el año», las obras para el tercer carril de la autovía A7 entre Crevillente y Orihuela. Según explicó, su antecesor en el cargo había elaborado un plan de infraestructuras para carreteras con más de 5.000 millones de euros en inversiones, aunque «su construcción jurídica tenía muchos defectos» y de haber seguido adelante con esto en su totalidad hubiera supuesto «hipotecar el país».

Sobre la postura del Gobierno para con las autopistas, y, en concreto, sobre el futuro de la AP-7, se reafirmó en no conceder la prórroga de esta concesión y aseguró que para el Gobierno el mantenimiento de esta autopista anual es asumible, al situarlo en «veintitantos millones de euros». En todo caso, añadió que el problema del rescate de peajes es un asunto nacional y hay que tratarlo en su conjunto.

También lamentó que el tramo de la AP-7 de la circunvalación de Alicante tuviera que ser rescatado y se reafirmó en que «ni es viable ni vale la pena» volver a sacar su explotación a concurso público. «Me atrevería a plantear que el fin del peaje irá asociado al fin de la AP-7», apostilló.