Tras varios intentos, finalmente los miles de aficionados que esperaron durante toda la jornada pudieron disfrutar de los Miuras corriendo por las calles de Calasparra.

Los animales recorrieron agrupados las calles, lo que originó que se vieran carreras de ensueño. La lluvia que caía a primera hora de la mañana retrasó el encierro hasta las 11, posteriormente y tras proseguir lloviendo se tomó la determinación de retrasarlo hasta la tarde, concretamente a las cinco.

La organización esperó hasta que se cumplieran todos los parámetros de seguridad, tanto para los corredores como para los miles de asistentes que estaban presentes en las calles. Un encierro limpio y muy rápido. Fuera del calendario de Feria, está previsto el último de los encierros que recorrerá por vereda la Sierra de San Miguel.