Adolfo Martín presentó en Calasparra unos novillos cuyo tamaño no tenían nada que envidiar a los de las plazas de superior categoría. Otra cuestión fueron las astas. Desde un toro abrochadísimo, cuyos pitones parecían servirle para quitarle las lagañas, hasta uno cornicorto, y los otros escobillados. Sirvieron para lidia cuatro, destacando el quinto.

En cuanto a la terna, destacó Héctor Gutiérrez que se mostró como un torero artista y valiente.

Cada año la Feria del Arroz recibe más visitantes extranjeros, buena prueba de ellos son los representantes de clubes taurinos de fuera de España, y ayer la presencia de un grupo de 50 rusos que visitaron La Caverina.

Poca historia tuvo la actuación del Adoureño en su primer novillo, inédito con el capote y con demasiadas precauciones en la muleta, donde apenas pudo ligar dos tandas seguidas, siendo pitado al final de su actuación, al igual que su picador por la mala lidia que ejecutó en la suerte de varas. Finalizó de pinchazo y estocada caída.

Hermoso ejemplar el segundo de su lote, un novillo toreable al que El Adoureño volvió a ofrecer otra actuación plena de dudas, y en el que nuevamente volvió a tomar demasiadas precauciones. Quedó reflejada la nobleza del animal, cuando el novillero quedó tendido en la arena y el burel no hizo por él. Una actuación mediocre para quien mañana tiene previsto tomar la alternativa en Dax. La imagen que ofreció en Calasparra dista mucho de estar preparado para tomar una decisión tan importante. Concluyó de fe intento y de media, que fue suficiente.

El extremeño, pero criado en Guadalajara José Rojo, saludó con mucha decisión a su primer novillo asticorto, hasta pisar los medios. Pitos al picador con un castigo excesivo y quito sin brillo de Héctor Gutiérrez. No le dudó el novillero a su rival, a pesar de que lo medía y entraba con la cara alta, poniendo mucho valor, ganas y decisión. Rojo se estiró con gusto, sobre todo por la izquierda, hasta donde le dejaba el novillo. Finalizó la faena con dos intentos y estocada en el rincón tras aviso.

Gran novillo, el segundo de su lote, al que recibió a porta gayola para después lancear de manera vibrante en varias ocasiones hasta que el novillo salió suelto. Colocó banderillas con más voluntad que acierto. En los primeros compases de muleta el novillo intentó montarse en el novillero, pero Rojo no se descompuso y aguantó todo lo que tuvo que aguantar hasta conseguir sacarle veinte naturales en el mejor pitón del toro, ya que por el derecho lo comía el terreno. Faena muy digna y meritoria, la que concluyó de estocada, tras aviso. Sorprendentemente no se le concedió ningún trofeo, pese a la petición del público, que acabó pitando a la presidencia.

El toreo a la verónica llegó con Héctor Gutiérrez, destilando sabor a cada lance y cerrando con una larga de muy bella factura. El novillo, que fue muy bueno, recibió tan solo un puyazo, realizando el mexicano un quite por chicuelinas. En el último tercio de la faena, de nuevo puso, sobre la arena de La Caverina gusto y hasta cierto arte en las tandas en redondo, y mejorando al natural, pasándose al toro tan ceñido que estuvo apunto de ser prendido en dos ocasiones. Apuntando muy buenas maneras y gusto para esta profesión. Concluyó con estocada caída y descabello al primer intento. Obtuvo el cariño del público, y dio la primera vuelta al ruedo de la feria, sin trofeo.

En el sexto y último, volvió a brillar Gutiérrez con el capote, toreando con gusto y estilismo rodilla en tierra, para cerrar con una chicuelina baja. Los primeros momentos con la muleta fueron también con mucho gusto, tratando de llevar de largo a un novillo, cuyo denominador común fue que enseguida le buscaba las zapatillas al torero. Nuevamente intentó hacer el toreo clásico, sin llegar a lucir tanto como en su primero. Erró con el acero y tras varios intentos y un aviso cerró con estocada casi entera.

La novillada de hoy: debuta en Calasparra el hierro del terror

Sexta y última de la feria de abono, donde la ganadería de Miura hará su presentación en Calasparra. Se trata del único encierro de novillos que la prestigiosa ganadería del Valle del Terror realizará en toda la temporada. Los miuras han levantado gran expectación en la población del arroz. Para una ganadería de lujo, están acartelados tres novilleros avezados en estos tipos de novillos: se trata de Jesús Chover, García Navarrete y Cristián Pérez. g. l.