Se hace muy cuesta arriba que novilleros con cinco, siete y tres novilladas en lo que va de temporada se presenten preparados para una feria como la de Calasparra, ayer se puso de manifiesto el poco oficio de los acartelados, ante un ganado tan exigente y que hacía necesario tirar de cuajo y oficio.

Jorge Rico consiguió el único apéndice de la tarde, por su buena labor en el primero en la que sacó a relucir que es un torero de buen corte y de toreo clásico, pero al que le sobra poses y figureo, esos se deben de poner en la arena cuando tienes una trayectoria mucho mayor.

Salida contraria al primer novillo de la tarde, muy correoso y al que Jorque Isiegas apenas tuvo que realizar un brega con el capote. Se desquitó en un quite terrorífico, capote a la espalda, que llevó el ¡uy! a los tendidos. Un novillo difícil y reservón que acabó cantando la gallina, desarmó al joven novillero hasta en cuatro ocasiones, y quien a pesar de la buena voluntad tan solo pudo ligar dos tandas para acabar refugiándose en las tablas, demostrando la condición que llevaba dentro. Concluyó de pinchazo hondo y descabellos tras varios intentos y tras recibir un aviso.

No le dejó ni respirar el cuarto de la tarde a Jorge Isiegas, un novillo con tamaño y casi con edad de toro. Salió del caballo con la cara alta y mantuvo esta condición durante toda la faena de muleta, poniéndole los pitones en el pecho en varias ocasiones, y bastante tuvo el maño con aguantar el tipo. Muy voluntarioso cortó la faena ante la imposibilidad de lucimiento y se eternizó al concluir con dos intentos de estocada, 17 descabellos y una estocada a traición de por medio, tras dos avisos.

Jorge Rico, el triunfador de la pasada edición de la ‘Espiga de Oro’, recibió a su primero con un afarolado para después verse desbordado por su rival, que lo puso en aprietos junto a las tablas. Lidia horrorosa en la suerte de varas. Comenzó el último tercio con pases por altos para proseguir con el toreo en redondo, ligando dos series, la última rematada, con uno de pecho enroscándose al novillo de pitón a rabo. Ese fue el punto donde el novillo mostró la calidad que llevaba dentro, aprovechándolo el alicantino por ambos pitones, ligando las series al noble utrero.

La faena pudo haber cobrado mayor nivel, si se hubiera dejado de tanta pose y hubiera sometido aún más a un bravo novillo que metía los pitones de manera excelente, sobre todo por el derecho. Concluyó dejando media estocada que fue suficiente.

Muy artista con el capote comenzó el de petrel con el segundo de su lote, doblándose pegado a las tablas en los lances al recibo. Aplausos para Francisco Javier Elena ‘El Patillas’ por su manera de pitar, y se tuvieron que desmonterar sus peones Daniel Oliver y Antonio Olivencia por lo bien que parearon en el tercio.

Con la muleta, corrió las manos en muletazos de largo trazo por ambos pitones, dejando entre el toro y él un espacio mayor al de un Río, lo que le dio una nota de vulgaridad a su faena.

A un novillero que empieza no se le puede confundir con cuatro festejos en lo que va de año, no se puede pretender andar por el albero como si llevara cuarenta y cinco, salvo que nazcas privilegiado para este oficio. Concluyó con estocada contraria que fue efectiva.

A San Román tan solo le permitió la brega de un peón con el capote, tras el caballo abrió faena de muleta citando de frente en el centro del anillo con la izquierda para proseguir por el mismo pitón. San Román es un torero de buen corte y que bajó las manos en todo momento y por ambos pitones, sin embargo la faena muy buena no caló en los tendidos por la poca transmisión del novillo, viéndose obligado a recurrir a los pases de adorno para arrancar los olés del público. Remató su larga faena con manoletinas, dejando una estocada casi entera trasera que fue efectiva. Aunque hubo petición se tuvo que conformar con saludar desde el tercio.

Perdido estuvo con el capote San Román en el sexto y último de la tarde, otro novillo con apariencia y romana de toro.

Triste espectáculo en la suerte de picar y banderillas, provocando las protestas aireadas del público.

El mexicano comenzó la faena de muleta con muy buenas maneras, obligando al burel por ambos pitones. Cuando lo dejó respirar y citó de lejos, el novillo se desentendió totalmente del engaño, hasta refugiarse en las tablas, una condición que mostraron casi todos sus hermanos, posiblemente debido al recuerdo y la querencia del encierro. Tras ver que no había más por donde rascar, optó por coger la espada dejando una estocada tras el segundo intento.

Una tarde en la que los ganaderos habían puesto muchas ilusiones tras estar presentes en la Feria del Arroz y, aunque seguramente se marcharon como mucho medio satisfechos, el público aplaudió la presencia de la mayor parte de sus toros.

La novillada de hoy: una ganadería clásica en la Feria del Arroz

Cuarta de la feria de abono, donde llega una de las ganaderías más esperadas de este año, Prieto de la Cal, ganadería clásica en la feria calasparreña, con novillos-toros de procedencia Veragua. Están acartelados Curro Márquez, Cristóbal Reyes y Maxime Solera, quien ponía de manifiesto recientemente su interés por estar presentes en las catalogadas ‘corridas duras’. Hoy tendrá la oportunidad de lucirse y de luchar, como toda la terna, por la ansiada Espiga de Oro.