La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a cinco años de prisión y a la medida de seguridad de internamiento en un centro psiquiátrico a un vecino de Ulea que prendió fuego a una casa, con riesgo para los vecinos, y que llegó a utilizar un ventilador para avivar las llamas y para evitar que el fuego se apagase por falta de oxígeno.

La sentencia le condena también a pagar al perjudicado una indemnización de 13.780 euros por los daños que produjo en la vivienda y en el mobiliario.

El tribunal, a la hora de concretar condena, tiene en cuenta que el acusado, que reconoció los hechos en el juicio, sufre una patología mental, que valora como circunstancia eximente incompleta de responsabilidad criminal.

De hecho -dice la Sala- cinco meses después de los hechos fue declarado incapaz por resolución de un Juzgado de Primera Instancia de Cieza.

El relato de hechos probados indica que los mismos se produjeron en abril de 2014, cuando el procesado accedió a la vivienda empleando las llaves que su propietario había dejado olvidadas en la cerradura unos días antes.

Una vez en su interior, y entre los muelles de una cama nido colocó varios periódicos y dos motosierras de gasoil que el propietario tenía en una dependencia para aperos agrícolas.

Además de prender fuego a la casa, colocó un ventilador que había en la cocina "para avivar las llamas y evitar que el fuego se apagase por falta de oxígeno".

Durante el registro de su domicilio, efectuado al día siguiente, se halló en el interior de un armario empotrado de su habitación el juego de llaves que fue reconocido por el dueño de la casa incendiada como el que él había olvidado en la cerradura.