­¿Qué suponen para usted las fiestas de Blanca?

Las fiestas constituyen una cita obligada en la agenda de todos los blanqueños para reencontrarnos con nuestras raíces, costumbres y tradiciones, pero también para compartir con amigos y familiares largas noches de complicidad y risas. Es difícil no recordar cuando llegan días tan señalados a los seres queridos que nos han dejado, especialmente cuando escuchas la canción de la Burra que acompaña la procesión de San Roque, siempre está presente la nostalgia pero también el deseo de renovar nuestras ilusiones y proyectos.

¿Cómo describiría el ambiente que se vive estos días?

Las fiestas en honor a San Roque tienen como protagonista al Encierro, declarado de Interés Turístico Regional con el aliciente este año de ver correr a los victorinos y las novilladas con picadores, ello supone que los días previos a las fiestas empiecen los preparativos del vallado en el recorrido, la instalación de la plaza portátil o el reparto del cartel por todos los comercios y bares, propiciando ya un ambiente festivo. A diferencia de lo que ocurre en poblaciones interiores que durante el mes de agosto se quedan vacías, Blanca en verano rejuvenece y se convierte en el centro de la fiesta derrochando alegría, sana convivencia y buena armonía.

¿Cómo las vive desde su cargo?

Las fiestas las disfruto como una blanqueña más, soy bastante taurina y me gusta contagiarme del ambiente tan especial que se respira en fiestas, desconectas de la rutina diaria y cargas pilas, aunque sin olvidar la gran responsabilidad que supone la organización de las mismas.

¿Qué es lo mejor de las fiestas de Blanca?

Sin duda la forma que tienen los blanqueños de disfrutarlas, el día del Encierro la gente se echa a la calle, al casco antiguo para compartir gastronomía, amistad y por supuesto afición taurina, tras el Encierro es tradicional el baño en el Río Segura

¿Qué mensaje transmite a los vecinos y visitantes para estas fechas?

Quiero desear a todos los vecinos y a los que nos visiten unas felices fiestas, que se cumplan todas las expectativas que cada uno pone en estas fechas, que demos prioridad a la generosidad, la hospitalidad, la alegría y a los visitantes que descubran a través de las fiestas nuestra historia, nuestro patrimonio cultural, la huerta tradicional, el casco antiguo morisco, nuestra naturaleza con variadas rutas de senderismo, los descensos por el Río Segura, la gastronomía local y los espacios culturales de Negra y Fundación Pedro Cano.

¿Qué sienten los blanqueños por su pueblo?

Imagino que el sentimiento de orgullo es algo natural y compartido por todos, pero es que Blanca tiene un encanto natural y paisajístico que la hacen inconfundible. Es bonita desde el Castillo, desde el Mirador de Bayna, desde el Alto del Palomo o la Navela, tiene rincones para soñar.

¿Qué tiene Blanca que permite presumir de pueblo?

Anteriormente citaba el enclave paisajístico de Blanca pero también la luz es especial en este Valle lo que ha contribuido al crecimiento de artistas como Pedro Cano el mejor embajador de nuestro pueblo, cuya Fundación constituye el estandarte cultural de nuestro municipio. Blanca es un pueblo que valora el arte y la cultura, que respeta las tradiciones y las pone en valor.

¿Cuáles son sus deseos para el municipio?

Mi mayor deseo es que Blanca no pierda su identidad, que siga creciendo en bienestar y calidad de vida, que la juventud tenga más oportunidades de empleo y formación, que sea socialmente solidaria y respetuosa con el medio ambiente. Para ello, tenemos en marcha proyectos como la rehabilitación del Centro Idol como espacio de ocio para los jóvenes, la instalación del césped artificial en el campo de fútbol, actuaciones en materia de eficiencia energética como la renovación del alumbrado público, programas de garantía juvenil y talleres de empleo para desempleados/as orientados a mejorar nuestros parques, jardines y zonas verdes, entre otras medidas.