El arte del bordado lorquino en sedas y oro ha sido reconocido por el Servicio Público de Empleo Estatal como Especialidad Formativa dentro de la familia de las Artes y la Artesanía, lo que supone en la práctica su consolidación como un oficio completamente profesional y a la vez abre las puertas a la puesta en marcha de un abanico de recursos que permitirán su fortalecimiento y pervivencia en el futuro, según anunció la concejal de Desarrollo Local, Sandra Martínez.

La Asociación del Arte del Bordado de Lorca en los desfiles Bíblico-Pasionales representantes de las cofradías y las propias bordadoras, lo califican como un paso muy importante. Para la edil de Desarrollo Local, Sandra Martínez, la decisión ofrece la justa recompensa al trabajo desarrollado durante los últimos seis meses para conseguir que el bordado lorquino sea reconocido dentro del catálogo del Servicio Público de Empleo Estatal, como lo que es, una especialidad profesional. A pesar de su carácter tradicional y a que antiguamente se tratara de una labor ajena al mercado laboral y más cercana al ámbito del ocio, el bordado, según la edil, «es hoy un oficio que requiere de formación y experiencia». Señala que «las bordadoras son profesionales muy competentes que son capaces de crear obras de arte inmortales a través de la seda y del oro, aportando para ello su capacidad y esfuerzo para crear mantos, túnicas o trajes que enorgullecen a los lorquinos y que son la bandera de nuestra Semana Santa y era necesario reconocer su competencia profesional y ponerla al nivel de cualquier otra profesión, estableciendo los itinerarios formativos pertinentes».

Para las cofradías lorquinas trabajan actualmente alrededor de 40 bordadoras. Su edad media oscila entre los 50 y 55 años. Para Ana Cazorla, monitora del curso de empleo juvenil y bordadora, este reconocimiento «supone poder ofrecer a las alumnas una titulación lo que les permitirá entrar con mayor facilidad a trabajar en las cofradías y promover talleres particulares de bordados». En suma, según Cazorla, «se trata de situar a gente nueva en los talleres». De no ser así, «la tradición podría desaparecer», añadiendo que «la formación es imprescindible». Se podrán especializar también en sedas y oro.

Desde la Concejalía de Desarrollo Local, según la edil, se ha estado trabajando para que el Servicio Público de Empleo Estatal incluyera en su catálogo de especialidades el bordado sui generis, «para lo cual hemos elaborado distintos estudios y anexos que han consolidado un corpus sobre el bordado como especialidad laboral, especificando nivel de cualificación, prescripción de formadores, equipamientos, etc, así como una relación secuencial de módulos formativos para el aprendizaje de la técnica».

El reconocimiento, según la edil, supone en primer lugar una distinción a la labor desarrollada por bordadoras, directores artísticos y las propias cofradías lorquina, ya que todos ellos son los artífices de que el bordado haya sido capaz de modernizarse en las formas, pero manteniendo el mismo fondo de calidad y belleza, reconociéndose ahora como especialidad formativa. El final del recorrido, según la concejal Martínez, será la consecución del certificado de profesionalidad para el bordado en seda y oro, lo que marcará un punto álgido para el bordado.