Agentes de la Policía Local de Ceutí rescataron a una niña de 9 años con la que su padre, de 38, se había atrincherado en su vivienda del citado municipio, indicaron fuentes cercanas al caso.

Los hechos ocurrieron el pasado día 26. Fueron los abuelos de la pequeña los que dieron la voz de alarma. Acudieron a la Policía para explicar que no conseguían localizar a su hijo, y que estaban preocupados, porque el hombre llevaba unos meses con un comportamiento raro.

En concreto, los parientes del hombre relataron a los agentes que él se acababa de separar de su pareja, con la que tiene una hija menor de edad en común, y que la pequeña seguramente se encontraba en compañía de su progenitor. Los allegados del hombre señalaron que habían ido al domicilio de este y que desde la puerta veían que había luz (por lo que daban por hecho que padre e hija estaban en la casa), pero nadie abría la puerta.

Hasta el lugar se desplazaron los agentes, que llamaron varias veces al timbre y gritaron que abriesen la puerta, sin éxito. Además, del piso emanaba un fortísimo olor a descomposición, detallaron las mismas fuentes.

Mientras la Policía hacía su trabajo, siempre mirando por el bienestar de la menor, miembros de la familia del sujeto (sus padres y su hermano) decidieron llamar a un cerrajero. Cuando este profesional llegó a la casa, ratificó que la puerta estaba así a propósito: estaba cerrada por dentro y con la llave cruzada.

Uno de los agentes desplazados en el lugar entró en casa de un vecino y, desde allí, accedió al patio de luces de la vivienda en la que se sospechaba que permanecían el hombre y su hija. El policía consiguió abrir una ventana y, en ese momento, vio al padre. Estaba, presuntamente, grabando con su móvil lo que hacía el agente, aseguraron las mismas fuentes. Es más, el sujeto, tal y como narró el municipal que lo escuchó, llegó a decir, de modo desafiante, que iba a denunciar a los policías por entrar en una propiedad privada sin tener su permiso.

La prioridad del policía, evidentemente, era corroborar que la menor se encontraba en buen estado. Así que entró, comprobó que la pequeña estaba bien y salió de la vivienda con ella y con él.

Cuando el sujeto salió de la casa, los municipales evitaron que algunos de sus parientes, que estaban llorando, dado el susto, llegasen a agredirle físicamente.

El hombre, muy nervioso, no llegó a decir a la Policía por qué motivo se había negado a abrir la puerta, agregan las fuentes.

La niña pidió quedarse con sus abuelos paternos, que la recibieron con besos y abrazos. En cuanto a la madre, no reside en la Región de Murcia. Fue informada por la Policía de lo sucedido.

Varias bolsas de basura amontonadas en la entrada del piso. Es lo que se encontraron los agentes que accedieron al piso para rescatar a la niña. Ya desde fuera se intuía que algo no iba bien: de la vivienda salía un fortísimo olor a podrido. Olor que emanaba de estas bolsas. Debido a esta circunstancia, al estado que presentaba el hombre y la situación que había ocurrido con la pequeña, los agentes de la Policía Local decidieron dar parte a los Servicios Sociales del municipio, que a partir de ahora se harán cargo del caso.