Marina de Cope vivió ayer dos manifestaciones totalmente distintas y enfrentadas entre sí. Por un lado, los agricultores de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Águilas (Asaja) pidieron la continuidad del cultivo sostenible en la zona, ya que, según ellos, genera empleo para «miles de familias de Águilas y Lorca». En cambio, la segunda manifestación tenía lugar en Torre Cope, donde ecologistas de distintas asociaciones reclamaban al Gobierno regional y a los gobiernos locales de Lorca y Águilas «una protección real ya para Marina de Cope».

Según los agricultores, Marina de Cope «fue y sigue siendo pionera en la utilización de técnicas de cultivo sostenibles con el medio ambiente». «A principios de los años 90, los agricultores que cultivaron en este ámbito geográfico comenzaron a utilizar, de la mano de la Consejería de Agricultura, técnicas para ir disminuyendo el impacto que la actividad del hombre causa sobre el medio», aseguran, a la vez que indican que son más de 3.000 puestos de trabajo, tanto directo como indirecto, los que dependen de lo que se cría en las tierras de Marina de Cope. Admiten que sus objetivos son los de «preservar el medio del que vivimos, poder desarrollar de una manera digna nuestro trabajo para alimentar a nuestras familias, a las familias de todas las personas que trabajan con nosotros y a millones de familias del mundo que consumen nuestros productos con las mayores garantías».

Por su parte, los ecologistas exigen a los organismos competentes la declaración de Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), así como la aceleración en los trámites del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) en referencia a la Marina de Cope, con un plazo de ejecución máximo a fecha 31 de diciembre de 2018.

Argumentan que la demora supone que haya un vacío regulador que da lugar a la pérdida de flora y fauna protegida, principalmente por sectores empresariales, agrícolas y turísticos. Según las diversas asociaciones naturalistas, recientemente se ha dado cabida a la aprobación de la instalación de varios campamentos de turismo (campings), que hacen peligrar los objetivos de conservación de la zona, además de vulnerar la protección preventiva de la misma.

Por ese motivo, los convocantes a la marcha se manifestaron ayer mostrando su disconformidad ante la ausencia de regulación en la zona, para exigir la paralización de la puesta en marcha de los campings en Marina de Cope, así como para un mayor control de los efectos de la agricultura intensiva.