Los toros de Doña Amparo Valdemoro protagonizaron uno de los encierros con más belleza de las presente edición de las Fiestas en honor al Cristo del Rayo, que hasta el próximo 17 de julio acoge la población de Moratalla. Un encierro cargado de belleza y no exento de peligros, ya que no tardó en deshacerse la manada. Durante los primeros compases del encierro, los morlacos se abrieron en todo lo ancho de la carretera de Calasparra, y los dos que iban en cabeza comenzaron a buscar los pies de los corredores, trotando de manera vertiginosa, pegados a las vallas de protección lateral, lo que originó carreras de gran belleza.

Los dos últimos que precedían a los cabestros realizaron el recorrido en zigzag hasta casi alcanzar la puerta del consistorio. Un encierro muy rápido donde los corredores pudieron lucirse ante unos bureles con cuajo. La jornada prosiguió con los recortes en los diferentes cercanos que están ubicados a lo largo de todo el casco antiguo del municipio. A última hora de la tarde se desencajonaron dos vacas, una de Los Jarales y otra de Miura, donadas por diferentes asociaciones. La suelta tuvo lugar en el ancho de la Farmacia y en la zona del patio del convento. Esta mañana, a partir de las nueve, está previsto el quiento encierro que correrá a cargo de la ganadería de El Rellano, con vacas de Alicia Quico.