El alcalde de Fuente Álamo, el socialista Antonio Jesús García, apunta que la necesidad de que se incremente la plantilla de la Guardia Civil en el pueblo «es una reivindicación que llevamos haciendo mucho tiempo y que hemos transmitido en diversas ocasiones a la Delegación del Gobierno».

«Fuente Álamo tiene un déficit de plantilla, eso es obvio», señala el primer edil, a lo que añade que el actual delegado del Gobierno en Murcia, Diego Conesa, «es conocedor del problema».

«Seguiremos siendo muy reivindicativos con este asunto para que se vaya solucionando cuanto antes», asevera García.

En el último Pleno de Fuente Álamo, Ciudadanos veía aprobada por unanimidad su propuesta para que el municipio «cuente con un puesto principal de la Guardia Civil, que mejore la actual dotación de 17 agentes (con sus respectivos turnos, bajas y vacaciones) que deben vigilar y proteger una superficie de unos 450 kilómetros cuadrados», destaca la formación naranja en un comunicado de prensa.

Se da la circunstancia de que un agente de la Guardia Civil de los 84 que este verano se incorporaron a la Región de Murcia fue destinado al puesto de Fuente Álamo. Tres guardias más fueron al puesto principal de Torre Pacheco, localidad limítrofe con Fuente Álamo, y otros dos al puesto de Cartagena.

Fuente Álamo ha vivido, veranos atrás, una oleada de robos que desató la alarma social en el municipio, especialmente en 2016, cuando los vecinos (con su alcalde a la cabeza) llegaron a manifestarse para pedir más seguridad. De momento, según indica el regidor, la cosa está tranquila y parece que no hay asaltos.

«En una hora y poco, abrieron cinco naves», aseguraba en verano de 2016 Antonio Jiménez, uno de los vecinos de Cuevas de Reyllo que aquel estío sufría un robo en su propiedad. «La noche que me robaron a mí, robaron a otros cinco», asegura. «A mí me quitaron todas las máquinas, las radiales, alargadores, dos bicicletas que tenía en el almacén, el teléfono móvil y hasta la furgonetaba, que luego apareció en Corvera», relataba este vecino a LA OPINIÓN.

Los esfuerzos de los profesionales de la Quinta Zona para frenar la delincuencia en la zona dan resultados. En diciembre, la Benemérita llevaba a cabo la operación 'Adalid', que se saldaba con la desarticulación de una activa organización criminal a la que se le atribuye alrededor de un centenar de robos en viviendas del Bajo Guadalentín. Durante las actuaciones se arrestó a los cuatro integrantes del grupo delictivo, asentado en Cuevas de Reyllo, en Fuente Álamo, donde se efectuaba la entrada y el registro de un inmueble en el que se recuperaron numerosos efectos procedentes de los robos.

Las localidades más afectadas por la actividad delictiva de la organización desarticulada eranTotana, Lorca, Mazarrón, Águilas y precisamente Fuente Álamo.