A primera hora de la tarde de ayer los restos mortales de Manuel Talavera llegaban a la pedanía de Archivel, procedentes del Instituto de Medicina Legal. Durante toda la tarde cientos de vecinos de la pedanía de Caravaca pasaron por la vivienda particular de la víctima para acompañar a la familia durante el duro trance que están viviendo.

Aunque en un principio estaba previsto que ayer por la tarde se celebrara el funeral 'corpore insepulto', por el propio deseo de la familia se ha pospuesto hasta hoy a las 11 de la mañana en la parroquia de San Bárbara de la pedanía.

Posteriormente, los restos mortales de Manuel Talavera, de 82 años de edad, recibirán sepultura en el Campo Santo del núcleo diseminado.

Dos días después de la extraña muerte del anciano, parece que todo fue fruto de una discusión con un vecino que no estaba en su sano juicio, según las investigaciones que está llevando a cabo la Policía Judicial del Instituto Armado, éste puede ser el móvil que truncó la vida el pasado sábado en Archivel de Manuel Talavera, que aparecía con heridas violentas en la cara en su caserío, ubicado en el paraje de Fuente Álamo, a unos tres kilómetros de la pedanía caravaqueña.

El vecino del que sospechan los investigadores es Antonio Bernal, más conocido por los que lo conocen como ´El Ermitaño´, quien, al parecer, vivía en una especie de cueva sin luz ni agua. Según explican los vecinos «no era una persona muy sociable», de hecho se solía esconder de la gente. ´El Ermitaño´ se esfumó en el momento que se halló el cadáver de Manuel, que se encontraba segando en el bancal que, según parece, era propiedad de los dos.

Fue el sobrino del anciano quien, pasadas las doce de la mañana del sábado, encontraba en cuerpo sin vida de Manuel en el patio del caserío, propiedad de la familia.

Según informó el servicio de Emergencias 112, el llamante explicó que el hombre se encontraba segando en el patio y montando unas balas de paja cuando se cortó. Desde el centro de coordinación se envió una ambulancia medicalizada hasta el lugar de los hechos, pero sus facultativos únicamente pudieron certificar la muerte del hombre.

Tras comprobar que la víctima presentaba diversas heridas en la cara se avisó a la Guardia Civil, quien desplazó una unidad de la Policía Judicial del Instituto Armado encargada de esclarecer el suceso.

Aunque por turno de guardia será el juzgado número 1 de Caravaca el encargado de instruir el caso, fue la titular del número 3 la que se personó en el lugar para ordenar el levantamiento del cadáver.

Pasadas las cinco y media de la tarde los restos sin vida de Manuel Talavera eran trasladados hasta el Instituto de Medicina Legal, donde se le practicó la autopsia para determinar de qué forma murió.

Según explicaron a esta Redacción algunos vecinos, Manuel no tenía enemigos e iba prácticamente todos los días hasta el paraje de Fuente Álamo para dar de comer a los animales, pollos y conejos, que tenía en la granja.