La comisión ejecutiva del PSOE de Lorca ha abierto un expediente disciplinario, que podría acabar con la expulsión del partido, al militante Antonio Sosa Carmona tras aceptar el cargo de alcalde pedáneo del barrio de San Cristóbal, a propuesta del alcalde del Partido Popular, Fulgencio Gil, sin haberlo comunicado previamente a su partido, según ha asegurado a esta Redacción el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ruiz Guillén, lo que se considera como una falta grave. El nombramiento de Sosa Carmona como pedáneo de San Cristóbal apareció publicado ayer en el Boletín Oficial de la Región de Murcia.

La decisión final, tras el expediente disciplinario abierto, la tiene el Comité Federal del partido. No obstante, Antonio Sosa, según Ruiz Guillén, tiene la posibilidad de solicitar la baja voluntaria en el partido, tras lo cual se paralizaría el expediente y no sería expulsado. El secretario de Organización del PSOE lorquino ha mantenido una conversación con Antonio Sosa para exponerle la situación a la vez que recuerda que «la decisión de la comisión ejecutiva ha sido tomada en base a lo que establecen los estatutos del partido y por respeto a los militantes».

Lo que parece claro es que Antonio Sosa no consultó en ningún momento con el partido socialista lo que iba a hacer. Al parecer, se enteraron de la decisión que había tomado en el transcurso de la procesión del Corpus que recorrió las calles de la barriada de San Cristóbal el pasado 10 de junio. A fecha de hoy, según Ruiz Guillén, Antonio Sosa sigue siendo militante de la Agrupación Socialista Lorquina aunque con un expediente disciplinario en marcha.

Por su parte, el alcalde Fulgencio Gil ha dicho que la capacidad de trabajo de las personas y la empatía con los vecinos está por encima de la afiliación política. En este sentido Gil ha señalado que «cuando elijo a los alcalde pedáneos no pienso tanto en la afiliación política sino en la empatía con los vecinos y en la capacidad que tienen las personas de trabajar por su barrio o pedanía que para mí, es lo más importante», añadiendo que «creo que eso debe predominar sobre la tendencia política que para mí ocupa un segundo plano».

Gil asegura que «situaciones como esta se han registrado otras veces y yo siempre he buscado la idoneidad de la persona por encima de la afiliación política».