Ahmed L. reconoció ayer en la Audiencia Provincial en Cartagena que fue el autor de la muerte de un compatriota en Torre Pacheco y confesó que iba bajo los efectos del alcohol, lo que provocó que la Fiscalía redujera de quince a diez años la pena de prisión. Una petición suscrita por la defensa, en manos de Laura Ramos.

Así, lo que iba a ser un juicio de tres jornadas con jurado popular se centró en la de ayer, tras lo que pareció un acuerdo entre el Ministerio Público y la defensa. A esta rabaja de tiempo también contribuyó la renuncia a varios testigos y peritos, ya que tanto el fiscal como la letrada solo necesitaron a dos testigos que presenciaron los hechos, las camareras del bar donde empezó la pelea entre el acusado y la víctima que acabó en el homicidio y una perito forense.

Los testigos indicaron que la noche del 30 de julio de 2016, en la avenida de San Cayetano, vieron cómo el procesado pinchó con una especie de navaja a su compatriota en el cuello. Las camareras del bar señalaron que el acusado bebió litronas y crema de orujo en el local antes de los hechos. La forense, que la herida causada con la navaja fue mortal al seccionar la carótida.

En las conclusiones, el fiscal apreció las atenuantes de actuar bajo los efectos del alcohol y la de confesión, fijando así en diez años la petición de cárcel y manteniendo la solicitud de una indemnización de 85.000 euros para los padres de la víctima. Unas conclusiones suscritas por la defensa, que además indicó que su cliente también consumió drogas aquella noche.

Antes de finalizar la vista, el magistrado de la sala, José Francisco López, dio la última palabra al acusado, quien señaló: «Me arrepiento mucho y pido perdón a su familia. Yo no soy así, iba borracho y drogado. No quise matarle».

La sentencia se dará a conocer en próximos días, pero se centrará en la petición de la Fiscalía.