El desalojo se llevó a cabo con tranquilidad y sin incidente alguno, indicaron fuentes cercanas al caso. La niña, de hecho, ni siquiera estaba en la vivienda: anoche fue llevada al domicilio de un familiar cercano. Sí estaba la madre, Mª Dolores García, que dijo tener un ataque de ansiedad ante lo ocurrido, de modo que una ambulancia se desplazó a la calle de Mazarrón y los sanitarios la atendieron.

"Estamos desesperadas y no vemos salida", contaba hace unos días García a LA OPINÓN. Es la madre de Thalía, una niña de 9 años que padece el síndrome de Alagille, una enfermedad genética que afecta al hígado, al corazón y otros sistemas.

Pese a que decenas de vecinos del municipio y de localidades cercanas, así como miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), han acudido esta mañana a la casa para intentar impedir que se ejecutase el desahucio, el cordón policial ha impedido que se acerquen a la vivienda.

La casa donde vivían hasta hoy ambas mujeres está a nombre de los abuelos paternos de la niña, padres del ex de García. Los abuelos quieren recuperar la casa que legalmente es suya. Mª Dolores asegura que la vivienda pertenece por derecho propio a la niña.

Fuentes cercanas a la investigación aseguraron a este diario que los propios abuelos se han ofrecido a pagar durante un año el alquiler a Mª Dolores y a Thalía. De momento, les abonan cinco noches de hotel, ya que la mujer dice que no tiene a dónde ir.

García explica que se siente desprotegida y que denunciará a la abogada de oficio que llevaba el caso, "ya que no defendió bien los derechos de mi hija, por lo que se rechazó nuestro recurso".