El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, ha alabado la labor que la orden franciscana ha venido desarrollando en el municipio durante los últimos 500 años tras conocer que tendrán que abandonar el convento donde se venera a la patrona de la ciudad, la Virgen de las Huertas.

El primer edil se ha comprometido a hacer lo que esté en sus manos para evitar que se marchen y esperará a escuchar las razones que expondrán los dirigentes de la citada orden antes de adoptar cualquier decisión al respecto. Gil confía en poder conseguir que «la comunidad franciscana siga en Lorca muchos años más, si puede ser, otros cinco siglos», dijo.

Los franciscanos, según Gil, «llevan en Lorca cinco siglos y han prestado siempre un gran servicio a la población, algo que siguen haciendo, atendiendo en todo momento el santuario patronal y al barrio de la Virgen de las Huertas». El alcalde se ha puesto en contacto el padre guardián del convento, José Hernández Valenzuela, quien le ha transmitido la preocupación que tienen los frailes en estos momentos porque dicen «les ha pillado de sopetón».

En los próximos días representantes de la orden franciscana vendrán a Lorca para dar explicaciones y se reunirán con los frailes que hay en el convento, con el Ayuntamiento y con la Hermandad de la Virgen de las Huertas, cuyos componentes también están muy preocupados por la situación.

«Les voy a transmitir el sentir de Lorca y de sus 94.000 vecinos, puesto que lo que todos queremos es que los frailes no se vayan. A partir de ahí haremos lo que haya que hacer para tratar por todos los medios que no se marchen».

Gil destaca que «no peligra la parroquia y si finalmente se marcharan, será el Obispado quién se haría cargo de los servicios pastorales que se prestan para los fieles lorquinos». También habría que ver, según el alcalde, «lo que haríamos con la musealización y restos que han aparecido en el convento».