El jurado popular que desde el pasado uno de junio ha juzgado en la Audiencia Provincial de Murcia a Nicolás G.G. lo ha declarado culpable de el fallecimiento de M.V., el anciano de Jumilla que encontró la muerte cuando el primero le dio un empujón que le hizo caer al suelo, hecho ocurrido en ocho de noviembre de 2015 en la vivienda en la que residía el procesado.

El veredicto, según han indicado a Efe fuentes judiciales, ha declarado que el acusado es autor de un delito de homicidio doloso, con lo que los jurados consideran probado que cuando le dio el empujón lo hizo con intención de causarle la muerte.

Conocida la conclusión del jurado, el fiscal del caso, Carlos Salmerón, ha reiterado su solicitud de condena, que se eleva a quince años de prisión.

Al declarar en la primera sesión de la vista oral, Nicolás G.G. reconoció que le había dado un empujón cuando ambos llegaron a la casa donde el primero residía por un favor que le había hecho el dueño unos meses antes al no tener domicilio.

Pero añadió que aunque cayó al suelo, el anciano, que tenía 72 años cuando ocurrieron los hechos, quedó en el suelo consciente y con los ojos abiertos.

El cadáver no fue encontrado hasta dos semanas después, cuando los vecinos de la calle donde se encuentra la vivienda se vieron alertados por el mal olor que salía del interior de la misma.

Los restos mortales se encontraban envueltos en una manta en la que se habían hecho sendos nudos a la altura de la cabeza y de los pies, lo que hizo pensar a los guardias civiles que investigaron los hechos en que el autor del crimen habían intentado retirar de ahí el cadáver.

De hecho, el cuerpo sin vida, según se pudo comprobar, fue arrastrado desde el pasillo, donde cayó, hasta uno de los dormitorios de la estancia.