El escritor y poeta Eduardo López Pascual es una de esas personas que ha podido ser profeta en su tierra. Y se demostró este sábado cuando, por sorpresa, descubrió una gran mesa de comensales en lo que, en principio, iba a ser solo una cena con su familia. Todo lo preparó minuciosamente y en silencio el también escritor local Antonio Ortega, quien pudo reunir a más de 50 amigos para rendirle un merecidísimo homenaje. Y es que al margen de sus dedicaciones políticas y culturales, Eduardo se ha involucrado activamente en favor de las causas justas, y entre otras muchas destaca su acción reivindicativa en la Plataforma Hospital de Cieza o en la Plataforma de Afectados por las Hipotecas.

Además, el escritor ha sabido ganarse a sus amigos, hacia los que no le ha faltado detalle alguno y con los que siempre ha estado ´a las duras y a las maduras´. La cena transcurrió en un ambiente distendido, incluyendo una proyección de fotografías de Eduardo López en familia o involucrado en alguno de sus empeños. En el haber de este polifacético ciezano se encuentra también ser uno de los descubridores, hace 50 años, de la Cueva del Puerto, en Calasparra, durante su pertenencia al Grupo GECA de la Organización Juvenil Española de Cieza -OJE-, del que fue fundador.

Entre sus muchas publicaciones, destacan los libros ´El autobús de las siete no ha llegado´, ´La otra cara de la luna´, ´El extraño caso del Tribunal Constitucional´, ´La tristeza del falangista´ y ´Conversaciones con Miguel Hernández´. Ha escrito varios poemarios y ha recibido numeras felicitaciones de poetas como Dionisia García, Miguel Argaya, José Luis Martínez Valero y Soren Peñalver. Ha ganado varios premios, entre ellos "El león del Malecón" por uno sus cuentos.

Eduardo López, además, fundó la Asociación Pueblo y Arte, con la que instituyó el Premio Internacional Luys Santamarina de Poesía y el Premio Internacional de Pintura Toledo Puche, ambos suprimidos en los últimos años. En cuanto a su trayectoria profesional, ha sido docente durante 40 años en varios colegios, entre ellos el Santísimo Cristo del Consuelo, para pasar después a ser profesor en el IES Diego Tortosa durante otros 20 años.