El comienzo de las obras de mejora de la cuesta del Caño de Mula, una de las principales vías de la localidad por ser una de las calles de salida del centro urbano, ha obligado a modificar y reestructurar el tráfico rodado en toda el área en torno a la plaza del Ayuntamiento y las calles adyacentes. Así, desde la jornada de este jueves y durante varios meses permanecerán cortadas al tráfico las calles San Francisco, Pedriñán, El Pilar y Octavio Llamas. En este mismo sentido, para facilitar el tráfico rodado en el centro comercial y administrativo de la localidad, la calle de San Miguel cambiará el sentido de la circulación para dar salida a los vehículos desde la plaza del Ayuntamiento, quedando asimismo restringido el acceso de furgonetas y camiones por la céntrica calle Boticas.

Las obras en la Cuesta del Caño consistirán en la renovación de canalizaciones, actualmente dañadas por el paso del tiempo y la falta de actuación, así como mejora de la pavimentación con nuevo adoquinado de las mismas características que el actualmente existente debido a que se encuentra en una zona del casco histórico de especial protección.

Otra de las grandes actuaciones del Plan Municipal de Infraestructuras de Mula es la construcción de una rotonda en una de las principales zonas de acceso al municipio y paso continuado de vehículos de gran tonelaje hasta la Cooperativa de Frutas y Cítricos, así como paso de los trabajadores de Cofrusa y de varios centros escolares, como es el cruce de la carretera de Pliego con la avenida de La Paz, uno de los considerados como puntos negros del municipio y que contará con una gran rotonda de características similares a la que actualmente hay frente a la Oficina Técnica.

Esta rotonda cuenta con un presupuesto inicial de 240.000 euros y su construcción está prevista a finales de junio cuando acabe la campaña de fruta para no entorpecer los trabajos de las fábricas muleñas.La construcción de nuevos vestuarios en el campo municipal de fútbol de El Curtis es una demanda que venía sucediéndose a lo largo de las últimas legislaturas. El mal estado de los vestuarios había obligado a cerrar incluso las gradas que hay sobre los mismos para evitar un posible desprendimiento.