Con el objetivo de favorecer el desarrollo controlado de la población de murciélagos de Alhama y, sobre todo, de que se eliminen las enormes plagas de mosquitos y de otros invertebrados perjudiciales para los seres humanos que cada verano posan a sus anchas por la población, el Ayuntamiento de Alhama y la asociación Meles han colocado 46 cajas-nido en los árboles de la localidad.

La Concejalía de Medio Ambiente procedió a realizar un análisis sobre las mejores opciones, que concluyó en la compra de un total de 80 habitáculos especialmente diseñadas para murciélagos. «Se eligieron planas porque no suelen requerir mantenimiento de limpieza, así como porque resultan menos atractivas para la instalación de roedores y enjambres de avispas y abejas. También se eligieron de color crudo porque en caso de recibir insolación no tienden a acumular tanto calor como las negras», explican fuentes municipales.

El proyecto se ha impulsado a través de los Presupuestos Participativos, ya que «los murciélagos y otras especies de quirópteros (nombre genérico de este grupo de mamíferos voladores) están en franco retroceso poblacional por diferentes factores ambientales, entre los que se encuentran los productos fitosanitarios (se utilizan contra invertebrados que luego se comen los murciélagos), la desaparición y polución de masas de agua y la demolición de viviendas antiguas donde las grietas y huecos les sirven para acondicionar sus nidos y refugios».