­El 14 de agosto, el Auditorio del Parque de las Peñas Huertanas acogerá uno de los eventos musicales del verano. Diego El Cigala presentará su nuevo trabajo, Indestructible, un álbum que dista mucho de la música que habitualmente compone, pues introduce la salsa y, por tanto, se convierte en un gran reto para uno de los cantaores más conocidos. El concierto comenzará a las 22.30 horas y las entradas estarán a la venta el próximo mes.

Es algo raro que alguien en cualquier lugar de este planeta no haya movido en alguna ocasión su cuerpo al ritmo de salsa. Pero no muchos son los que pueden explicar con propiedad qué es en realidad este género musical. La respuesta a esa pregunta es la que ha movido a que Diego El Cigala emprendiese este proyecto. Indestructible se grabó en cinco países y participaron unos 70 músicos.

Diego, artista inquieto y curioso donde los haya, presenta dos nuevos temas que forman parte del homenaje a la salsa de El Cigala: Conversación en tiempo de bolero y la canción que da nombre al disco Indestructible.

Conversación en tiempo de bolero se grabó en Miami con los magníficos Gonzalo Rubalcaba al piano, Horacio Hernández ´El Negro´ a la batería, José Armando Gola al bajo y Richard Bravo a las congas. Diego se inspiró en Moncho y en su versión de este bolero.

Indestructible, tema cuya letra le enamoró desde el primer momento, sintiéndose muy identificado con el mensaje, por lo que no dudó en incluirla cuando Jaime Calabuch Jumitus, coproductor del disco, se la recomendó. Eligió grabarla en Cali (Colombia) con la Cali Salsa Big Band de José Aguirre, quién hizo los arreglos del tema. Los grandes retos han construido su carrera con el difícil logro de ser premiado, entre otras distinciones, con varios Latin Grammy por sus incursiones en géneros que no son el suyo, como la música tropical o el tango argentino.

Después de su incursión en el tango, el son cubano y el folklore, el artista flamenco regresa para presentar un repertorio integrado por once clásicos de la salsa, de autores como René Touzet, Ray Barretto, Tite Curet y Cheo Feliciano, y de intérpretes como Héctor Lavoe, La Sonora Ponceña y Fania All-Stars.

Nacido un 27 de diciembre de 1968 como Ramón Jiménez Salazar, su reconversión en Diego vendría por una disputa familiar en la misma pila bautismal y lo de Cigala gracias a los hermanos Losada. Madrileño del mismísimo Rastro, el talento suele venir de familia y, a pesar de que su madre Aurora y hermana del gran maestro Rafael Farina no se dedicase profesionalmente al cante, los que la escucharon tienen bien guardado su eco flamenco. A la vez su padre, el andaluz José de Córdoba, se ganaba la vida en tablaos como Torres Bermejas, El Corral de la Pacheca y Arco de Cuchilleros. Esta influencia hizo que un joven Diego, con apenas doce años de edad, ganara el primer premio del Certamen Flamenco Joven de Getafe.