Un joven resultó herido leve por la agresión de un perro callejero en Bullas cuando intentó separarle de su mascota, que falleció cuando se peleaba con el perro vagabundo, que en estos momentos está en vigilancia en la perrera municipal

Aunque los daños para el hombre que intentó separar a los perros fueron mínimos, su perro falleció a causa de la pelea.

La perrera municipal de Bullas custodia en sus instalaciones desde la mañana de este miércoles a un perro tras recibirse notificación de que había agredido a un joven del Barrio de la Cruz de esta localidad cuando éste paseaba con su perro, de raza pequeña, y ambos animales se enfrentaron acabando el de menor tamaño fallecido por la agresión. Al parecer, según confirman fuentes municipales, el joven sufría sólo unos rasguños al intentar separar a ambos animales, aunque desde el primer momento se tomaron las medidas necesarias para la captura del animal como medida preventiva ante cualquier situación de desavenencia que pudiera originarse con el can.

Según confirman vecinos del barrio, el perro, que lleva collar, pero no chip identificativo, permanecía desde hacía días vagando por la zona, incluso era alimentado por algunos vecinos que no habían visto peligro en el perro. Por el momento se desconoce la identidad del propietario del mismo a pesar de que se están realizando las comprobaciones pertinentes para identificarlo.

Para la captura del perro se precisó de la intervención de Agentes Auxiliares Forestales ya que, aunque el perro no presentaba en ese momento signos de agresividad, sí estaba nervioso y se temía que pudiera escaparse. La intervención fue precisa y éstos pudieron finalmente capturar al animal con un lazo y ponerlo a disposición de la perrera municipal para determinar el estado del animal.

El perro permanece actualmente bajo la supervisión de los técnicos de este servicio y el control del veterinario para establecer si sufre algún tipo de patología o la agresión fue un hecho aislado.

El teniente alcalde del Ayuntamiento de Bullas, Antonio José Espín, explicaba que la medida inicial que se desarrolló tras conocerse los hechos fue capturar al animal tras comprobar que los daños no habían sido mayores y establecer a partir de ahora una vigilancia específica que constate que no se trata de un perro violento.

"Estamos desarrollando un proyecto ambicioso por el que hemos apostado por que ningún animal que llegue a la perrera municipal sea sacrificado. Conjuntamente con asociaciones de animales y con la estrecha colaboración de entidades y empresas relacionadas con animales de compañía intentamos que todos los perros que se abandonan o localizan en el término municipal encuentren un hogar de acogida y puedan tener una vida mejor".

La agresión al joven valora se debió a un hecho fortuito por lo que, "aunque lamentamos que haya muerto un animal de compañía, esperamos que todo haya quedado en un acontecimiento desagradable y no haya que lamentar daños mayores", afirma.