La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia de un Juzgado de lo Penal de esta ciudad que condenó a un empresario a trece meses de prisión y al pago de una multa de 2.250 euros, como autor de un delito de falsedad en documento mercantil por la emisión de una factura falsa que tenía como finalidad pagar menos impuestos.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, desestima así el recurso que presentó el acusado, que alegó que se había producido un quebrantamiento de las garantías procesales, lo que le había producido indefensión.

Además, expuso que la atenuante de dilaciones indebidas debió haber sido aplicada como muy cualificada.

Por su parte, tanto el fiscal como el abogado del Estado se opusieron a la estimación del recurso, lo que así ha acordado el tribunal de la Audiencia Provincial.

Dice la Sala que el Juzgado de lo Penal declaró probado que en diciembre de 2007 la empresa D., al frente de la cual se encontraba el acusado, emitió una factura a la también mercantil N.D. por un importe de 1,7 millones de euros, más 275.862 euros de IVA en concepto de comisión por la cesión de contrato de participación en el proyecto conocido por "La Corona de Villanueva".

"Pese a que la referida factura cumplía todos los requisitos formales y fue contabilizada por las dos empresas la misma no respondía a ningún negocio real y efectivo, y su emisión solo obedecía al propósito de crear en la mercantil receptora, dirigida igualmente por el acusado, la apariencia de que esta había incurrido en su actividad en mayores gastos que los efectivamente tenidos".

De esta forma, añadía el Juzgado, los beneficios se veían disminuidos y, con ello, la base imponible del Impuesto de Sociedades.

La Audiencia, al desestimar el recurso, dice que "la sentencia del Juzgado disecciona con razonamientos impecables las secuencias negociales que tratan de dar apariencia de legitimidad a la factura falsa partiendo de la compra de un 25 por ciento por contrato privado de un solar en el término de Villanueva del Río Segura, con la finalidad de constituir una nueva sociedad, "La Corona de Villanueva", que nunca llegó a tener el menor desenvolvimiento comercial".

Y añade que "se fijó como precio de compra quince millones de euros, que nadie desembolsó, imbricándose otras sociedades -como A., E.- en un proyecto de promoción inmobiliaria que pronto resultó inviable por su inadecuación al plan parcial, sin que puedan constatarse otros desembolsos que los 30.000 euros invertidos en el vídeo promocional".