El jurado popular declaró ayer culpable de un delito de homicidio al hombre juzgado desde el pasado 16 de abril en la Audiencia Provincial acusado de la muerte por asfixia de otro cuyo cadáver fue hallado por unos cazadores en abril de 2006 enterrado en una pinada de Mula, donde residían. Los jurados populares lo encontraron culpable de ese delito por unanimidad, tras lo que el fiscal solicitó que se le condene a doce años y medio de cárcel.

Aunque inicialmente reclamaba quince, ha hecho esa rebaja después de que el veredicto considerara que se le debía aplicar la atenuante de dilaciones indebidas como ordinaria, mientras que la defensa dijo que deben ser tenidas en cuenta como muy cualificadas. Los jurados han basado su veredicto de culpabilidad en las pruebas practicadas en el juicio, en especial, en el hecho de que las huellas del procesado, de nacionalidad marroquí, aparecieron en la parte interior de la cinta de embalar con la que fue amordazada la víctima, compatriota suyo.

También en que sus huellas se encontraban en otro trozo de cinta encontrado en las inmediaciones de la fosa en la que fue enterrado el fallecido y en la que también se hallaba el perfil genético del homicida. El veredicto declara que la muerte se produjo por asfixia debido a la mordaza que cubría tanto la boca como las fosas nasales. Finalmente, los jurados se oponen a la concesión de cualquier medida de gracia y a la suspensión de la pena. Tras la lectura del veredicto, el fiscal pidió el ingreso en prisión comunicada y sin fianza del acusado al considerar que tras ser declarado culpable, y por la elevada pena que se le puede imponer, el riesgo de fuga es elevado.

Por su parte, la defensa se opuso a ello tras comentar que siempre ha acudido a la llamada de la justicia y que así lo seguirá haciendo. El acusado manifestó que vive con su esposa y un hijo de pocos meses y que no se sustraerá a la acción de la justicia.