El tráfico de drogas pudo estar tras el crimen de Mula, en el que un ciudadano marroquí murió por asfixia entre diciembre de 2005 y marzo de 2006 y por el que se juzga a un compatriota suyo, Adiel R., según señaló el fiscal del caso durante su informe. En la sexta sesión del juicio oral que se desarrolla en la Audiencia Provincial de Murcia ante un jurado popular, el fiscal del caso, Jaime Sánchez Nogueroles, dijo que a lo largo de la instrucción y de la vista oral se ha contado con indicios que apuntan hacia esa dirección. Así, explicó, el móvil del homicidio no se ha podido determinar, pero lo que está claro es que no fue de tipo económico, porque en el pantalón del fallecido, que había sido enterrado en un paraje poco transitado, los agentes de la Guardia Civil encontraron 170 euros en billetes.

Y añadió que había que tener en cuenta otro dato al que atribuye especial importancia, y es el referido a que en el coche que la víctima había alquilado pocos días antes de su desaparición fueron hallados 178 kilos de hachís, con un valor en el mercado negro que habría alcanzado los 200.000 euros.

Tras señalar que, en principio, el principal sospechoso sería el fallecido, por haber alquilado el vehículo, el fiscal se ha preguntado si interesaba a alguien que no hablara en el proceso por tráfico de drogas. Además, considera que se ha desmontado su estrategia dirigida a hacer creer que cuando se cometió el homicidio, estaba en su país natal y en Italia.