Quien quiera adoptar a uno de los cachorros, o a la madre, puede ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Molina de Segura, que cuenta con una Concejalía de Protección Animal. Los canes, ahora mismo, ya están a salvo.

Todo ocurrió en una casa de campo de la citada localidad, donde residen los dueños y malvivían los perros. En concreto, según indicaron fuentes cercanas al caso, los canes sufrían maltratos, por omisión. Pero es que no tenían ni comida ni agua. Además, la perra estaba habitualmente encadenada. Incluso llegó a parir a su camada en esas condiciones.

Fue un agente de la Policía Local el que actuó para rescatar a la familia perruna. La Policía habló con el dueño y este acabó cediendo a sus animales.

Actualmente, el Código Penal establece que, quien maltrate a un animal que esté domesticado o amansado, puede ser condenado como máximo a 18 meses de cárcel.

La veterinaria del Consistorio ha visto a los perros y les está haciendo seguimiento. Se busca adoptante para todos ellos, una mami y siete cachorros mestizos de labrador.

La abogada Raquel López Teruel, fundadora de De Animals, valora el "trabajo en equipo con final feliz" que ha habido en este rescate.

Por su parte, la también letrada Belén Perales apostilla que "tras la reforma operada por la Ley 1/2015, el delito de maltrato animal no sólo contempla una conducta activa, sino también omisiva, o lo que es lo mismo, la comisión por omisión. La omisión de proporcionar alimento, bebida, cuidados básicos de higiene y curación implica un padecimiento en el animal innecesario, injustificado y penalmente reprochable, como vienen reconociendo los tribunales".