La nueva comisaría de Abarán fue uno de esos edificios fruto de las grandes inversiones previas a la crisis. La obra se adjudicó en el 2008 pero alrededor de 2010, las actuaciones se paralizaron. El nuevo cuartel para la Policía Local de Abarán, situado junto a la avenida del Río Segura y la estación de autobuses.

Mucho se ha hablado en el pueblo de esta inacabada obra, al tiempo que han ido pasando los años y los sucesivos robos y actos vandálicos han propiciado que el edificio se haya ido deteriorando, hasta el punto de que es necesaria una inversión adicional de casi 130.000 euros. Y el tiempo corre en contra de las arcas municipales. Tal es así que si de aquí a final de año no se gasta la subvención que en su día dio la Comunidad Autónoma para la construcción de la nueva comisaría de Abarán, el Ayuntamiento tendrá que devolver el dinero.

Por eso, el nuevo alcalde ha querido tomar las riendas del asunto después de que el Ministerio de Hacienda anunciara la autorización para que los consistorios de la Región de Murcia puedan reinvertir el superávit anual que generen.

El PP llevará el asunto al próximo pleno consistorial para que los partidos voten a favor de realizar una modificación de créditos que se unirá al dinero que quedaba por gastar del proyecto inicial. Con ambas partidas se podrán arreglar los deterioros y concluir la obra de la nueva comisaría de Abarán. En total, se gastarán 360.000 euros.

Técnicos municipales se han desplazado recientemente al inmueble y han elaborado un informe de daños. Han comprobado que el deterioro en todo el inmueble es muy notable, ya que no existen o se encuentran en muy mal estado elementos como la carpintería metálica exterior, los aparatos sanitarios, el cableado de la instalación eléctrica, los aparatos y conductos de la instalación de climatización y ACS, los ascensores y los revestimientos y pavimentos interiores.

Las obras de la nueva comisaría de Policía de Abarán fueron adjudicadas en el año 2008 con un presupuesto 850.000 euros, de los cuales la Comunidad Autónoma aportaba 750.000 euros y el resto, unos 95.730 euros, el propio municipio. Se estimaba entonces un plazo de ejecución de diez meses. Pero con la llegada de la crisis, la empresa adjudicataria entró en concurso de acreedores. Esa y otras circunstancias posteriores hicieron que las obras se interrumpieran definitivamente.

El edificio tiene una superficie de 560 metros cuadrados y está ubicado en el paraje de Bajo Solana, entre las calles Almanzara y profesor Constantino Gómez Cano.