Desde dos hasta catorce años, todos con sus túnicas y sus tambores, acompañados de profesores, familiares y curiosos. Todos hicieron revivir la tradición con la recreación de la tamborada de Martes Santo.

Eran las doce de la mañana cuando centenares de niños pertenecientes a los centros educativos de la localidad, incluidas guarderías, participaban en la gran tamborada infantil que tradicionalmente se celebra Viernes de Dolores.

Cuando las campanadas de la torre del reloj de la plaza del ayuntamiento de Mula marcaban este viernes las doce del mediodía, los escolares de la localidad, rememoraban su momento de tradición. Un evento que se ha consolidado a lo largo de los años y que demuestra que el festejo del tambor se mantiene más vivo que nunca.

Tras la llegada del mediodía y el toque del cornetín, los escolares, ataviados con sus túnicas y tambores, hicieron vibrar las calles de Mula preludio de la gran tamborada del próximo martes.