Vecinos de la barriada lorquina de La Isla piden al Ayuntamiento que les autorice a permutar los aparcamientos para residentes que han perdido como consecuencia de las obras de regeneración urbana que se están llevando a cabo en la Alameda de Cervantes y adyacentes por otros en la zona de la ORA. Piden que ello se pueda llevar a cabo hasta que finalicen los trabajos de adecuación de la vía.

Los vecinos afirman «estar desesperados ante la falta de aparcamientos que se han suprimido como consecuencia de las obras, al mismo tiempo que auguran que la situación se agravará una vez que finalicen los trabajos, ya que la remodelación urbana que se está realizando en la zona se va a llevar por delante decenas de plazas para el estacionamiento de vehículos en una barriada donde la mayoría de los edificios no cuentan con aparcamientos privados», según destaca el concejal del grupo municipal socialista Antonio Navarro, que ayer acompañó a estos vecinos en sus reivindicaciones.

El PSOE solicitó en su día que los vecinos con tarjeta de residencia pudieran aparcar durante las obras en el aparcamiento de la Alameda de Menchirón. Sin embargo, según Navarro, «el Partido Popular continúa sin atender estas peticiones y sin solucionar el problema, por lo que muchos vecinos siguen arriesgándose a ser sancionados por intentar aparcar junto a sus viviendas». Navarro lamenta que la única respuesta que ha ofrecido el equipo de Gobierno haya sido anunciar estar en posesión de un informe en el que se asegura que «la demanda de aparcamiento en la zona es menor, lo que justificaría la eliminación de plazas de aparcamientos», según el edil.

Ana Millán, una de las vecinas afectadas, denuncia las múltiples molestias que tiene que soportar cada día desde que se iniciaron las obras hace ya varios meses y asegura que «nos vemos obligados a dar cuarenta vueltas a la manzana buscando aparcamiento para al final tener que aparcar lejos de nuestras viviendas o arriesgarnos a ser sancionados por la ORA». Esta vecina afirma que tiene el problema añadido con su madre, que camina con andaderas y la tiene que trasladar a algún sitio, señalando que «lo que para nosotros son 20 metros, son dos pasos para ella».

Por su parte, el concejal responsable de Limusa, que gestiona los aparcamientos, Juan Francisco Martínez, aseguró a esta Redacción que «hacer lo que piden los vecinos respecto a aparcar en la zona azul es trasladar el problema a otras personas que también necesitan los aparcamientos dado que trabajan en las inmediaciones y tienen que hacer uso de ellos». También añade que están buscando soluciones.