Pedro Alfonso Egea Sánchez, Fernando Fernández Sánchez, José Molina Miñano, Antonio Fernández Escámez, Sebastián Espín Requena y Francisco Valverde Llorente fueron los seis vecinos de Bullas que estuvieron en un campo de concentración nazi y a los que el municipio rendía homenaje ayer con un monolito en uno de los parques del centro urbano.

El parque conocido como 'el de los pinos' pasa a llamarse Jardín de la Memoria en homenaje póstumo de estos seis vecinos que sufrieron una injusta prisión y muerte por defender la libertad y de los que cinco de ellos fallecían además en el campo de exterminio de Mauthausen.

El acto reunía a familiares de los homenajeados, algunos de ellos llegados desde Francia, que recibían una placa conmemorativa en reconocimiento. Autoridades locales y regionales participaban en el acto, entre ellos la alcaldesa de Bullas, María Dolores Muñoz, miembros de la Corporación y diputados regionales.

El concejal de Cultura, Antonio José Espín, recordaba cómo el historiador Víctor Peñalver trasladaba al Gobierno el hecho de que varios vecinos habían estado presos en este campo de concentración y a partir de ese momento empezaba a confeccionarse una moción en la que se proponía este homenaje y cómo se realizó la búsqueda de toda la información referente a éstos y sus familiares.

En el acto se hacía un repaso de la vida de cada uno de estos vecinos ante la emoción de sus familiares que, a partir de este momento, tienen un espacio en la localidad para su recuerdo. «Intentamos devolver el nombre y la dignidad para aquellos vecinos que tuvieron que abandonar su tierra, primero en el exilio en Francia y después deportados a los campos de concentración alemanes», recordaba la alcaldesa.