El concejal y portavoz de Ciudadanos en Cieza, Óscar Verdejo, ha querido adherirse a las voces que han mostrado su disconformidad para que el 'fracking' (una técnica para posibilitar o aumentar la extracción de gas a través de fracturación hidráulica) comience a practicarse en diferentes términos municipales de la Región. Varios alcaldes del Noreste y de localidades como Cieza o Hellín se reunían la semana pasada para mostrar su rechazo a esta técnica de fracturación del terreno.

Verdejo, quien recuerda que existe un acuerdo de Pleno contra el 'fracking', explica que su partido «rechaza por completo esta práctica en el suelo de nuestra comarca por una razón evidente de impacto y riesgo medioambiental, la escasez de yacimientos disponibles en nuestro territorio y la baja rentabilidad económica de las posibles explotaciones con las técnicas actuales». Además, Ciudadanos asegura que «seguimos sin saber qué elementos químicos utilizarán las empresas energéticas así como su posible impacto geológico y sobre las aguas subterráneas existentes».

Por su parte, la Concejalía de Medioambiente de Cieza ha anunciado que el Ayuntamiento de Cieza acogerá un segundo encuentro con alcaldes, diputados, plataforma antifracking, asociaciones ecologistas y regantes para comunicar el desarrollo de las líneas de trabajo que se están siguiendo y acordar las líneas de actuación

Ecologistas en Acción ha denunciado el avance en la posibilidad de que haya prospecciones a pesar del amplio rechazo social y político que ha generado esta técnica desde que se realizasen las primeras concesiones de permisos de prospección de hidrocarburos que afectaban a la Región de Murcia.

Según Ecologistas en Acción, la empresa Oil & Gas Capital solicitó en 2017 al Ministerio de Industria el inicio de una campaña de estudios sísmicos dentro del permiso de investigación de hidrocarburos denominado 'Leo', que afecta principalmente al municipio de Cieza. Esta misma empresa es titular de otro permiso (Escorpio) situado entre los municipios de Cehegín, Moratalla y Calasparra, y tiene solicitado un tercer permiso (Acuario), también en el Noroeste.

Ecologistas en Acción recuerda que la fractura hidráulica es una técnica muy agresiva y que su desarrollo supone asumir graves riesgos para la salud y el medio ambiente tanto en las zonas directamente afectadas, como para el conjunto de la cuenca del Segura. Entre las amenazas más importantes destaca la contaminación de los acuíferos y aguas superficiales y el incremento en el número de terremotos. «El peligro de contaminación química de las aguas de la cuenca del Segura es, sin duda, uno de los más relevantes». Y en el caso de Leo, alertan «el área de prospección se sitúa sobre el acuífero del Sinclinal de Calasparra, una de las reservas de agua más importantes».