En la madrugada de ayer nuestro compañero -ya jubilado- Miguel Ortiz Martínez, el ´Lolo´, fallecía. El entierro será hoy jueves, a las 11.00 horas, en la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, en el barrio de Campoamor. Su cuerpo ha sido velado en el Tanatorio de San Roque.

Miguel cumplió el pasado 26 de junio, 69 años y su retirada definitiva de nuestro Ayuntamiento se produjo el 3 de julio de 2012.

Pero Miguel no solo tenía a su Ayuntamiento: Lolo vendió prensa en su kiosco en el barrio de Campoamor; Lolo fue colaborador y corresponsal de deportes y de noticias -casi siempre de sucesos- de su siempre querido Diario LA OPINIÓN DE MURCIA. Lolo ha participado siempre en la vida social de Alcantarilla: fue presidente de la Asociación Cultural San Pancracio - del Campoamor Sur, como él le llamó - y organizaba las fiestas del este margen izquierdo del barrio en Campoamor. Estas fiestas las conocíamos todos como las ´Fiestas del Lolo´, en ellas volcaba toda su ilusión, todo su esfuerzo y contaba con gran cantidad de amigos que, con tan solo llamar a las puertas de sus comercios, le ayudaban.

Fue peñista desde muy pronto que empezaran las fiestas de Alcantarilla, con la Peña ´La Alegría´, primero, después pasó a ´El Hechizo´ y acabó junto a su amigo Jose Moreno a ser junto a otros de la actual Peña ´El Conjuro´, siempre trabajando y colaborando con la Federación de Peñas Festeras y Culturales de Alcantarilla, para quienes siempre fue una persona importante en las mismas.

El deporte lo llevaba en la sangre. El campo de fútbol de ´El Lolo´, apodo que le venía de su padre, era el que se encontraba en su barrio, en los terrenos que hoy ocupa la Plaza de Abastos de Campoamor; en ese campo realmente llamado Buenavista, allí nació Miguel, en el propio campo de fútbol, que por entonces hacía uso el legendario equipo de Alcantarilla, la Peña Golosa. Eso le hizo estar siempre con el fútbol y con el fútbol sala colaboró, con lo que se le pedía, en el Papeles Beltrán Alcantarilla F.S. y al desaparecer este, se metió tanto de lleno en el Deportivo Atlético Alcantarilla, que llegó a ser incluso presidente del mismo.

Otra de las generosidades y placeres de Miguel era la Semana Santa, de este tiempo para acá, hasta que enfermó, con su siempre Hermandad de Ntra. Sra. de los Dolores, como estante u organizando filas y poniendo orden en su desfile. Lo mismo hizo en los primeros años, en los de la fundación, con Nuestro Padre Jesús Resucitado. Pero incluso de muy joven con San Juan Evangelista.

Llegó tarde, pero le llegó la oportunidad de poder entrar en el Ayuntamiento de Alcantarilla como repartidor y ordenanza. Ahí lo dio todo, era difícil dar un paso en esta Casa sin tener que pedir la ayuda al Lolo. Miguel dejaba amigos por donde iba y era difícil verle hacer colas en las distintas administraciones a las que iba por la capital. Repartió miles de cartas, pegó cientos de carteles, servicial como él solo y sobre todo COMPAÑERO, por encima de todo.

Es de las personas que vivió con normalidad mientras que trabajó, pero desde su jubilación, una enfermedad, de las que ahora llamamos terribles, le llevó a que por las mañanas fuera usuario del Centro de Estancias Diurnas ´Pedro Hernández Caballero´; ahí tuve la oportunidad de verle, pero ya no saludarle, no era capaz de recocerme, tras una degeneración mental atroz. Él, ya sin recuerdos en su cabeza, me los hacía recordar a mí y pensar en el camino que habíamos estado muy juntos.

Lolo, en definitiva, ha sido y es todo un personaje en Alcantarilla. Por ello, hoy es un día triste para todos los que le conocimos y, sobre todo, para toda su familia, la que ha estado muy cerca de él acompañándole, ayudándoles y mimándole, tanto o más como él hizo durante toda su vida con ellas. Por ello, nuestro consuelo y pésame a su mujer Isabel, a sus hijas María e Isabel y a alguien que le dio mucha vida durante los días que pudo recordar por su enfermedad, hoy ya toda una mujer, como es a su nieta María Elena, así como a su nieto José Antonio y al resto de familiares.