«Vamos a enseñarles a romper el techo de cristal». Raquel Ortega y Josefina Garrido, encargadas del proyecto 'Women in Power', llevado a cabo por la Agrupación Empresarial Innovadora de Fabricantes de Muebles y Afines de la Región (Amuebla) y el Centro Tecnológico del Mueble y la Madera de la Región (CETEM) tienen claro que, para conseguir que las mujeres accedan a puestos de dirección, el cambio social es la clave.

El proyecto 'Women in Power' ha ganado un concurso europeo, dotado con casi 300.000 euros, con el que intentarán fomentar que las trabajadoras europeas accedan a puestos de direccción.

Una de las revoluciones más notables en las últimas décadas ha sido el empoderamiento de las mujeres, que han pasado de depender económicamente de los hombres, a tomar el control de su propio destino. Actualmente, constituyen la mayoría de los profesionales en muchos países. En la Unión Europea, las mujeres han cubierto 6 de los 8 millones de nuevos puestos de trabajo creados desde 2000. Sin embargo, solo el 21% de los miembros de las juntas directivas de las 620 compañías más grandes del continente eran mujeres en 2015. En España se agrava la situación, ya que el 82% de los puestos de dirección y el 68% de mandos intermedios son hombres.

«El proyecto surge de la idea de ayudar a las empresas para seguir avanzando, sobre todo en el sector de la madera, el mueble y el textil, sectores tradicionales que generan importantes ingresos tanto en la Región como en la Unión Europea», explican Ortega y Garrido.

«El objetivo es llegar, al menos, a 300 mujeres a nivel europeo y que consigan finalizar la capacitación online y gratuita que se va a poner disponible pronto, en la que se les ofrecerán herramientas para desarrollar competencias 'blandas', como liderazgo, gestión de equipo y negociación, que permitan a la mujer acceder a puestos hasta ahora reservados mayoritariamente a hombres», explican.

Para romper el llamado techo de cristal, Garrido y Ortega señalan que hay que «dar la oportunidad de demostrar que pueden ser igualmente válidas». Además, destacan, «es preciso el apoyo institucional para poner en marcha medidas que animen a los empresarios a favorecer que las mujeres lleguen hasta estos puestos de responsabilidad».

Desde Amuebla apuestan por las tan cuestionadas cuotas: «Son necesarias. El objetivo es conseguir que el referente de la ciudadanía no esté compuesto solo por figuras masculinas». Imponer cuotas en empresas y administraciones, en opinión de las encargadas de Amuebla, «ofrece una visión real de la sociedad civil. Hay una concepción errónea de las cuotas: las mujeres no están por ser mujeres y cubrir un hueco, sino por sus capacidades. El problema es que hay que darles la oportunidad y aún no sale de forma espontánea», señalan.

Uno de los motivos más sangrantes por los que se aparta a las mujeres de puestos de responsabilidad es la maternidad. «Es un lastre con el que una mujer joven llega a una entrevista de trabajo y no debería ser así», critican.Por eso, en relación a la conciliación familiar en mujeres directivas, el proyecto va a realizar, como paso previo al lanzamiento de la plataforma, encuestas a mujeres en puestos de mando en empresas europeas sobre las dificultades que se les han presentado y las cualidades que son necesarias para ejercer sus labores.

«El cambio empieza por la formación, -explican-. Dar las claves a las mujeres para que promuevan habilidades básicas con las que lograr roles ejecutivos dentro de las industrias en las que trabajan, porque no hay que olvidar que ellas conforman un porcentaje alto del músculo empresarial y conocen cómo funciona la industria, solo que no se les da la oportunidad de hacerlo desde arriba, sino desde abajo».