Cerca de un centenar de personas participaron en las primeras visitas a la zona recién rehabilitada del convento San Francisco de Mula. Con motivo de la celebración de las fiestas patronales y enmarcado dentro del programa '¡Sé turista en tu ciudad!' que ha puesto en marcha la concejalía de Turismo durante los festejos, los muleños han disfrutado de este nuevo espacio en una serie de visitas gratuitas teatralizadas que les han acercado, no sólo a los aspectos más representativos que han sido recuperados, sino a conocer algunas de las anécdotas que formaban parte de la vida en el convento en su época de mayor esplendor.

Dos peculiares frailes, Fray Pablo Manuel Ortega, cronista de la Villa, y el novicio Fray Amelio Mellado, un torpe y desgarbado joven que iba interrumpiendo la visita continuamente con toques jocosos que divertían a niños y mayores. Las puertas del convento se abrían para adentrar a los visitantes en la zona de refectorio, la sala donde los frailes franciscanos que moraban en el convento desarrollaban las comidas y la escalinata que unía el claustro bajo del alto, ambas zonas recién restauradas y próximas a inaugurarse.