El próximo verano las calas de Calnegre, más concretamente las de Las Mujeres y Siscal, del Parque Regional Calnegre y Cabo Cope, tendrán el acceso prohibido a los vehículos particulares para evitar un mayor deterioro del entorno medioambiental y de la carretera que abre paso hasta estos enclaves del espacio natural.

Aunque el proyecto aún se encuentra en fase de estudio, ya que aún no se ha determinado cómo se va a poder acceder hasta estas calas o si personas con movilidad reducida podrán trasladarse hasta estos parajes en sus vehículos adaptados, la consejería de Medio Ambiente y la concejalía de la misma área del Ayuntamiento de Lorca si que han anunciado que quieren plantear un proyecto «muy parecido» al que ya existe en las playas del Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas o Peña del Águila.

Esta idea llega ahora hasta las calas de Calnegre para disminuir el impacto ambiental directo e indirecto sobre los componentes biológicos del espacio natural, «a través de la reducción en la superficie de vegetación natural pisoteada por vehículos, la disminución del nivel de polvo en los caminos de acceso y la vegetación adyacente, la reducción de las emisiones de CO2, la disminución del riesgo de atropello de fauna», según la consejería de Medio Ambiente.

Añaden que «la implantación del sistema 'Calnegre 4.40' comenzará los fines de semana y festivos del próxima verano de forma piloto para evitar la sobreocupación de Calnegre».

En este caso, el consejero de Medio Ambiente, Javier Celdrán, ha añadido que «la buena experiencia de conservación y acogida que ha tenido el servicio de autobús en Calblanque lo trasladamos a Calnegre, donde este verano ha habido picos puntuales de hasta 200 vehículos en momentos de máxima afluencia», un problema que ahora pretenden evitar en favor del paraje natural.

Los vecinos no están de acuerdo

Los habitantes de la pedanía lorquina de Puntas de Calnegre mostraron ayer su disconformidad con el proyecto a preguntas de este periódico. Valoran negativamente la propuesta ya que consideran el acceso a estas calas complicado para personas adultas o niños, ya que «la distancia hasta algunas calas es de dos kilómetros, y eso andando, con un terreno tan escarpado en algunos puntos, es complejo», apuntan. Añaden que no se puede comparar con las vías de acceso de Calblanque, «que están mucho mejor, y aquí no podría circular un autobús ni maniobrar», añaden.