Emotivo traslado durante la tarde de ayer de la imagen del Niño de Mula desde el Real Monasterio de la Encarnación hasta la parroquia de Santo Domingo de Guzmán donde permanecerá hasta el próximo viernes 22 de septiembre, cuando regrese en romería hasta su santuario en el paraje del Balate. Decenas de personas acompañaron ayer a la imagen en el breve recorrido por la calle de Las Monjas hasta Santo Domingo. En las estrechas callejuelas del casco antiguo se agolpaban fieles del Niño para, un año más, participar en el traslado.

Uno de los momentos más esperado es cuando la imagen atravesaba el gran portón del monasterio tras descender por las empinadas gradas. Los anderos, con temple y firmeza alzaban el trono engalanado con flores para iniciar el recorrido del traslado. Una vez en la parroquia, la pequeña talla era bajada del trono, vitoreada por las decenas de personas asistentes, y portada a manos desde la entrada de la Iglesia hasta el altar.

Durante el recorrido, los muleños se agolpaban para poder rozar la imagen, uno de los pocos momentos a lo largo de todo el año en el que El Niño se encuentra tan cerca de los amantes de la imagen sin una urna que lo cubra. El domingo se celebró, además, en la iglesia del Monasterio, el ya tradicional besapié al Niño en el que los muleños pudieron rozar la imagen. Varios centenares de personas participaron en este acto que, aunque lleva muy poco tiempo realizándose, sí ha sido muy bien acogido por los fieles.

Mañana y el viernes, la Cofradía llevará la Cruz del Niño a visitar a los enfermos impedidos que lo hayan solicitado. Mañana el recorrido se centrará en los enfermos pertenecientes a la parroquia de Santo Domingo y el viernes a los adscritos a San Miguel.