El Ayuntamiento de Lorca ha constituido una comisión de expertos con la intención de poner en marcha el museo dedicado al guitarrista local Narciso Yepes, de la que formará parte su hijo Ignacio.

La decisión se lleva a cabo tras el acuerdo unánime de todos los grupos políticos representados en el Ayuntamiento tras una iniciativa de Ciudadanos.

Para el concejal de Cultura, Agustín Llamas, «la puesta en marcha de un museo dedicado a la vida y obra del famoso compositor lorquino, supondrá un nuevo valor cultural para la ciudad, que se unirá a la gran variedad de salas con las que cuenta esta población, suponiendo asimismo un revulsivo para el turismo y el desarrollo económico». El objetivo principal de la comisión que se ha creado, según Llamas, «es definir las características que debería reunir este nuevo museo, su posible ubicación, así como las piezas que pudiera albergar en su interior».

El concejal destaca que «estamos hablando de poner en valor el legado que nos dejó un guitarrista irrepetible, un genio de la música cuya aportación más universal no solo fue su capacidad interpretativa, sino la invención de la guitarra de 10 cuerdas, un instrumento que le permitió alcanzar múltiples registros y notas, enriqueciendo de forma sobresaliente su música». Llamas recordó que precisamente este año se cumplen 20 años del fallecimiento del genial guitarrista lorquino, Hijo Predilecto de la ciudad de Lorca.

Para Ignacio Yepes, hijo del artista universal, «se trata de un sueño que tenía que hacerse realidad alguna vez y parece que ha llegado el momento». Según Yepes, «es un museo que ha tenido 'muchos novias', en Japón, Estados Unidos y otras partes del mundo, donde nos han tirado los tejos para hacerlo, pero donde tiene que estar es aquí en Lorca».

El hijo de Narciso Yepes asegura que «será como un homenaje permanente a mi padre que fue profeta en su tierra», a la vez que añade que «será un museo que tendrá que tener instrumentos, partituras y objetos que acompañaron a mi padre en su vida como programas, discos, carteles, críticas, fotografías o grabaciones». Sin embargo dice que «eso no basta, porque el museo deberá ser algo vivo e interactivo, donde la gente pueda disfrutar de un arte que funciona en el tiempo, porque la música no es algo que se cuelga en la pared como si fuese un cuadro». En este sentido añadió que «habría que inventar algo para que este museo sea muy vivo y atraiga a la gente por su calidad y originalidad pero sobre todo por la riqueza de su contenido».