Un Juzgado de Totana ha condenado a nueve meses de prisión al hombre que el pasado lunes agredió a dos sanitarios que fueron a auxiliarle cuando estaba tirado en una calle de Mazarrón. Después de cumplir la pena de cárcel, el hombre, de origen magrebí, será expulsado de España, explicó una de las víctimas, con la sentencia en la mano. Ya le ha sido notificada porque se celebró un juicio rápido.

El sanitario agredido, que responde a las iniciales J. A. G., señaló que acudió en su ambulancia (una UME) junto a su compañera L. D. a la calle Aniceto, donde habían sido alertados de que había un hombre tirado. Una vez allí, «me acerqué a tomarle las constantes» y, admite, «no pensamos en nuestra seguridad», dado que «lo primero es el estado del paciente».

De pronto, el hombre «levantó el brazo, se levantó él y comenzó a gritar ´Alá es grande, os voy a matar´», rememora. Y empezó a golpearles. «Iba persiguiéndonos, enganchó a mi compañera y le pegó un puñetazo, nos pegaba a puñetazo limpio», apunta J. A. G.

No sólo fueron golpes: también mordiscos. «Me mordió en un dedo. Como no se dejó sacar sangre, tengo que ir cada quince días a hacerme pruebas, por si me ha pegado algo», cuenta la víctima.

J. A. G. recuerda el grado de violencia que el hombre empleó contra ellos. «No había manera de pararlo. Me cogió del cuello. Me cogió de la nuez para arrancármela», hace hincapié.

Alrededor de una decena de viandantes presenciaron el suceso. Cuando se avisó a la Guardia Civil, una patrulla acudió con celeridad al lugar y frenó al agresor. Este fue esposado y pasó la noche en los calabozos. A la mañana siguiente, el martes, juicio rápido en Totana, los juzgados más cercanos.

J. A. G. detalla que su agresor «tiene antecedentes por robo, por asalto y por agresiones». Además, comenta que «estaba recibiendo una paga» con dinero público del Estado español, debido a su situación de vulnerabilidad.

En la sentencia (que es firme) consta que esta paga se le retira, como consecuencia de los hechos por los que ha sido condenado: atentado a la autoridad. La sentencia también indica que J. A. G. y L. D. serán indemnizados con 200 euros cada uno por las lesiones que les causó el hombre.