Alrededor de 200 personas se concentraron esta mañana de sábado en el tanatorio Blaymar de Lorca para dar el último adiós a Catalina Méndez García, la mujer de 48 años de edad, presuntamente asesinada por su compañero sentimental el pasado miércoles en Totana. El acto de despedida fue muy sencillo y emotivo.

A lo largo de los últimos días han sido muchas las personas que han desfilado por el tanatorio lorquino para dar el pésame a la familia al mismo tiempo que para mostrar su repulsa por tan lamentable hecho.

Durante la homilía que se llevó a cabo en la capilla del tanatorio y ante el cadáver de la fallecida, el sacerdote oficiante de la ceremonia se preguntó: "¿Dónde estaba Dios la noche del pasado miércoles cuando ocurrieron los hechos, lo mismo que al día siguiente con los atentados registrados en Barcelona?, añadiendo: "Catalina no buscaba la muerte, sino a Dios que resucitó a su Hijo después de que desde el Gólgota pronunciase la frase: Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado".

Ante todo, según dijo el sacerdote "hay que perdonar", siendo ese el resumen del Evangelio al que dio lectura durante la ceremonia religiosa de este sábado en el tanatorio.

Muchas han sido las personas que a lo largo de los últimos días han acudido hasta el tanatorio Blaymar de Lorca para despedir a 'Cati', como se le conocía cariñosamente entre sus vecinos, familiares y amigos que no le han dejado sola en ningún momento.

Un acto terrorista, dice el alcalde

Mientras que el alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, calificaba lo sucedido como "un acto terrorista" ya que "el terrorismo se expresa de muchas maneras", la presidenta de la Federación de Organizaciones de Mujeres, Pilar Fernández, insiste en la necesidad de aumentar la partida presupuestaria para luchar contra la violencia de género.

La misa funeral por el alma de Catalina Méndez, madre de tres hijos, asesinada el pasado miércoles en Totana y vecina de la diputación lorquina de Cazalla, será el martes 22 de agosto en el convento franciscano de la Vírgen de las Huertas a cuya parroquia pertenece la familia.